El MMT Seguros dejó a su equipo rival en un gol en los primeros dieciocho minutos de partido y en dos goles en los primeros dieciséis minutos de la segunda mitad y pudo así ir abriendo brecha.
El Balonmano Zamora sigue contando sus partidos por victorias y ya van seis, cinco en competición liguera y uno en la Copa del Rey y eso invita al optimismo del aficionado que hoy no cejó en su empeño de animar pese a que el encuentro no fue todo lo bonito que resulta ser.
El inicio fue un intercambio de errores ofensivos, de pérdidas de balón y de jugadas que se iban fuera o detenían los cancerberos. Una locura de ataques sin freno que no encontraban portería y que penalizaban, especialmente a Alcobendas. Porque en unos minutos en los que los ataques no funcionaron, la defensa pistacho fue excelsa y dejó a los madrileños en un sólo gol.
Con esa ventaja en el electrónico el partido fue siempre controlado por los de García Valiente que seguían apretando en defensa para que no se acercara un equipo que nunca se rindió y que tuvo grandes minutos de juego, encontrándose casi siempre con Leo Maciel.
El nexo Maciel defensa se ha convertido ya en uno de los principales activos de este equipo, sino el más importante, agobiando a los ataques rivales y permitiendo correr a los pistacho que en esta ocasión estuvieron muy acertados en el contragolpe.
La segunda mitad fue un calco de la primera, aunque quizá con menos protagonismo de la defensa de Alcobendas, que en la primera había frenado bastante bien a los zamoranos y que en la segunda hizo más aguas. MMT Seguros abrió la brecha hasta los diez goles y en ella manejó el final del encuentro dando entrada incluso a Iván, el portero canterano que gozó de una buena oportunidad.
