Los jugadores del Balonmano Zamora recibieron sobre el parquet la medalla como segundos clasificados de la fase de ascenso y por tanto, terceros clasificados de la División de Honor Plata.
Algunos jugadores, todavía con lágrimas en los ojos, se quitaban la medalla y veían, cariacontecidos, como el capitán Jortos levantaba uno de los trofeos mas amargos de su vida deportiva.
Los jugadores y la directiva posaron con el trofeo minutos después de pasar el disgusto de la derrota ante un pabellón en el que todavía varias decenas de aficionados celebraban el ascenso de Bidasoa.