En el tramo final de la temporada, el BM Zamora ha encontrado el equilibrio entre trabajo y confianza. El equipo pistacho ha aprovechado el parón competitivo para aumentar la carga física, ensayar nuevas variantes tácticas y recuperar efectivos clave de cara a una fase de ascenso en la que quieren llegar con todas las garantías. Así lo transmiten las sensaciones internas: “El viento empuja”, resume su entrenador, Félix Mojón, con una sonrisa que, según reconoce, ya se deja ver también en la pista.
Durante estas semanas, el cuerpo técnico ha apostado por reforzar aspectos que durante el curso habían quedado en segundo plano. “Son partidos que usamos como test”, explica Mojón. “Vamos probando cosas que durante el año no hemos podido ver. Tenemos que prepararnos física, técnica, táctica y mentalmente”. En ese sentido, el equipo ha incrementado el trabajo en el gimnasio y ha seguido entrenando incluso durante los festivos.
El parón ha permitido además revisar el sistema defensivo. El habitual 6:0, lastrado por la falta de especialistas y múltiples lesiones a lo largo del año, ha dado paso a pruebas con esquemas como el 5:1 o incluso el 3:3. “Es el momento de hacer estas pruebas y trabajar cosas distintas”, comenta el técnico. Jugadores como Guille, Medina o incluso Felipe han ensayado posiciones menos habituales en busca de una defensa más profunda y versátil.
La planificación física ha sido otra de las claves. “Llevamos tres semanas con una carga muy alta y ahora empezamos a transferir ese trabajo a la pista”, asegura Mojón. Con Felipe dosificado para evitar recaídas y otros efectivos recuperándose, el equipo empieza a desprender frescura. “Los partidos ya no son tan duros y vamos a llegar mucho mejor físicamente”.
En el plano anímico, el vestuario también respira. Mojón admite que el ambiente ha cambiado: “Los jugadores notan la falta de presión. Estoy más risueño, menos agobiante. Esa sonrisa se nota también en el campo”.
En cuanto al presente inmediato, el técnico advierte que el grupo no se obsesiona con los cálculos. La clasificación sigue marcada por la diferencia de goles con Soria, pero en el vestuario zamorano prefieren no perder de vista lo esencial: “Primero hay que jugar los partidos. Es difícil que cedamos puntos, pero tampoco podemos volvernos locos. Tenemos que pensar sobre todo en nosotros”.
En la parcela ofensiva, el regreso de Felipe al ataque supone una inyección de calidad y profundidad. Además, el cuerpo técnico no descarta poder contar con Jortos, quien, aunque aún no está disponible, podría reincorporarse a los entrenamientos y aportar su experiencia en la preparación de la fase decisiva.
El partido contra La Robla servirá también para mantener la dinámica positiva de los jugadores menos habituales, que “no reciben minutos por el rival, sino porque se lo están ganando en el día a día”.