Victoria crucial del C.B Zamora ante el equipo más en forma de la LEB Plata, Ciudad de Ponferrada. Saulo Hernández mostraba su satisfacción con un triunfo importantísimo para las aspiraciones de los zamoranos.
El Innova Chef salía victorioso de la batalla vista en el Ángel Nieto. Una guerra en el buen sentido, porque ambos equipos se dejaron el alma durante los 40 minutos. Sin embargo, era algo "previsible", según Saulo Hernández. Algo que había hablado con su plantilla era el ritmo y la intensidad que impone Ponferrada pero, una vez concluído el encuentro, seguía sorprendido por el trabajo que lleva detrás el equipo.
Un triunfo que conlleva un subidón moral al encadenar tres victorias consecutivas, además de la capacidad para "parar al mejor equipo". Un C.B Zamora que lleva sin perder en el Ángel Nieto desde el 6 de octubre, con una afición "cada vez más involucrada". Y las dos bolas de partido con las que cuenta el conjunto de Saulo Hernández: Navarra y Morón. Si el equipo consigue ganar uno de esos dos encuentros pasará el corte y peleará por el ascenso.
Un partido con un final extraño, la diferencia era superior a los diez puntos, sin embargo, ambos entrenadores han solicitado tiempos muertos para preparar jugadas como si de un empate se tratase. La explicación podría estar en el basket-average, pero Hernández reconocía que ha sido "simbólico" y por orgullo.
En cuanto al ambiente del pabellón, Zamora y Ponferrada se tienen que sentir orgullosas por el ejemplo que han demostrado. Saulo Hernández ha señalado que es "importante de cara a la sociedad y nuestra obligación enseñar valores". Sobre el público que ha abarrotado hoy la grada de tribuna del pabellón zamorano ha apuntado que su "implicación es máxima", "destinando dos horas de su tiempo de ocio" para ver baloncesto en directo. Por eso agradece cómo ha empujado en este derbi y lo define como un "privilegio" que ofrece el deporte.