En un partido marcado por las fuertes defensas, el elevado número de faltas, que obligó a ambos equipos a tener que hacer rotaciones no deseadas, y la falta de acierto, Gipuzkoa fue casi siempre por delante y se acabó llevando el partido pese a que las zamoranas tuvieron una triple ocasión de forzar la prórroga.
Lucas Fernández tenía que pedir un tiempo muerto cuando se llevaban aproximadamente junto minutos de partido. El bagaje era muy negativo para las naranjas, diez puntos abajo y con la sensación de que se podía romper el encuentro en cualquier momento. Sin embargo, el mensaje del entrenador era claro: seguir haciendo las cosas como se estaban haciendo ya que sólo faltaba el acierto. Sin embargo, el acierto nunca llegó.
Las zamoranas fueron un equipo aguerrido en defensa que tenía que jugar siempre con desventaja y con faltas. Problemas de faltas para Simpson, a la postre primera eliminada; para Dragana, que se retiró muy enfadada con el arbitraje, para Mariona y para Sofía. Eso llevó a tener que dejar sobre la pista siempre a las jugadoras que no tuvieran problemas de faltas y complicar así la remontada.
Pese a ello, dos momentos de furia, en el segundo y en el último periodo, permitieron a las zamoranas vivir y soñar con la victoria. Y con vida, muy revolucionadas tras haber podido empatar el partido en una contra que se le escapó a Laura Aliaga, las naranjas tuvieron tres lanzamientos para igualar o quedarse a uno en el marcador pero ni Pirsic ni Mariona consiguieron anotar y el partido murió con un triple de las vascas sobre la bocina.
