Zamora volverá a transformarse el 20 de septiembre en un gran escenario al aire libre con motivo de la segunda edición de la Noche Blanca del Románico, un evento que combinará música, teatro y poesía en algunos de los espacios más emblemáticos del casco histórico.
Desde las ocho de la tarde hasta la madrugada, vecinos y visitantes podrán recorrer una ruta cultural única que enlazará patrimonio y arte a través de 27 actuaciones distribuidas en otros tantos enclaves, entre los que se encuentran iglesias, museos, palacios, y también espacios privados que excepcionalmente abrirán sus puertas para la ocasión.
El concejal de Promoción Económica, David Gago, destacó en la presentación que se trata de “una oportunidad para redescubrir Zamora bajo la luz de la luna, acompañados de una banda sonora irrepetible”. El edil agradeció de manera especial al promotor de esta iniciativa, Tomás del Bien, impulsor de las primeras Noches Blancas en Toro, “que han ido extendiéndose por distintos rincones de Castilla y León hasta llegar a consolidarse en nuestra ciudad”.
Entre las novedades de esta edición se encuentra la incorporación de viviendas particulares como la casa del pintor Antonio Pedrero o la de Agustín García Calvo, que se suman a la iniciativa permitiendo que el público acceda a sus patios y estancias en una experiencia cultural poco habitual. También abrirán instituciones como la Diputación Provincial, que acogerá un concierto en el claustro de su sede, o el Museo Etnográfico de Castilla y León, además de otros espacios patrimoniales de gran valor como el Archivo Histórico, el Castillo o las Aceñas de Olivares.
La programación contará con una amplia representación de artistas locales —más del 90% de los participantes son zamoranos— junto a nombres reconocidos de la escena nacional. En el cartel figuran propuestas tan diversas como Dulzaro, Ede, Marilia, Shuarma, La Milker Band, Víctor Iniesta o las bandas de música de la capital. Habrá también teatro, recitales de poesía y música de estilos que van desde el folk de raíz hasta el rock y el pop más actual.
El cierre de la noche correrá a cargo de Dulzaro, que actuará en un enclave tan simbólico como el Puente de Piedra, recientemente restaurado y convertido en uno de los escenarios estrella de esta edición.
El director de la Fundación ZamorArte, Juan Carlos López, subrayó la importancia de convertir el patrimonio “no solo en un espacio para la trascendencia, sino también para el encuentro cultural y el disfrute de vecinos y turistas”. Por su parte, el diputado provincial de Cultura, Víctor López de la Parte, recalcó que la cita “se ha consolidado ya como un atractivo turístico de septiembre, con capacidad para atraer visitantes y dinamizar la economía local”.
Los organizadores han diseñado una secuencia en la que los conciertos se solaparán cada quince minutos, de manera que el público pueda desplazarse de un espacio a otro y diseñar su propia ruta cultural. Además, cada actuación irá acompañada de una iluminación artística especial, que realzará la atmósfera nocturna de los templos y rincones abiertos.