viernes. 29.03.2024
Zangarrón por la calles de Montamarta
Zangarrón por la calles de Montamarta

Ni la cepa ómicron pudo con el Zangarrón de Montamarta que, por segundo año en pandemia, se hizo presente en el municipio.

En una día soleado, una las mascaradas más populares del ciclo invernal de la provincia, cuyos orígenes se remonta a las celebraciones del cambio del solsticio de la época romana, volvió a danzar y hacer sonar su cencerro por las calles de la localidad antes de subir a la ermita para pedir el aguinaldo.

El Zangarrón, en la ermita de Montamarta

Los vecinos añoraban una tradición que el año pasado se mantuvo con el toque de los cencerros, pero sin algarabía por las calles.

Pero, hoy, desde primera hora de la mañana, el Zangarrón, encarnado por Adrián Gago, salió a felicitar el año y pedir el aguinaldo a los vecinos, azuzando con el tridente a quienes se interponen en su camino y a quienes se resisten a darle una propina.

Zangarrón Montamarta

En 2020, año de la pandemia, con menos contagios pero más hospitalizaciones y fallecimientos, Montamarta hizo sonar los cencerros pero sin aglomeraciones en las calles.

En ese año, los vecinos del pueblo escuchaban desde sus casas y se asomaban a la ventana para ver a las siete zangarronas que recorrieron las calles y se fotografiaron en lugares míticos del municipio para seguir con la tradición.

Este 1 de enero ha sido diferente. Los vecinos han salido a la calle y han podido "palpar" a este estrafalario personaje ataviado con una careta de corcho pintada de negro y coronada con dos orejas de liebre, que volverá por sus fueros el próximo 6 de enero, esta vez bajo la piel de  Antonio Folgado Andrés.

El Zangarrón de Montamarta sortea el coronavirus y sale a pedir el aguinaldo