Los vecinos de Sayago mantienen viva su lucha por una atención médica justa en el medio rural

Los asistentes han recordado que el derecho a la sanidad pública está recogido en la Constitución Española de 1978, y que la despoblación rural no puede justificar una merma de servicios esenciales
ZBS Sayago
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Por centésimo nonagésima sexta vez consecutiva, vecinos y vecinas de la Comarca de Sayago se han concentrado este sábado para exigir una Sanidad Pública digna y accesible para todos los pueblos de la zona.

Bajo el lema “La sanidad pública no se vende, se defiende”, los participantes han reiterado su preocupación por el avance de los conciertos con la sanidad privada y la descapitalización progresiva del sistema público, alertando de una deriva “de salud por dinero” que, según denuncian, pone en riesgo la igualdad en el acceso a la atención sanitaria.

“Aunque nuestra voz suene débil, el mensaje tiene que calar en toda la sociedad, pues todos somos potenciales usuarios de la sanidad pública”, han recordado los portavoces del movimiento ciudadano, que lleva casi cuatro años reuniéndose cada sábado sin interrupción.

Los concentrados han subrayado que la sanidad pública es un elemento de cohesión social, esencial para garantizar el acceso universal a la salud “con independencia del poder adquisitivo o del lugar donde vivas”.

Entre las medidas que reclaman para la zona básica de salud de Sayago, destacan tres peticiones principales:

Recuperar las consultas periódicas en todos los pueblos, independientemente del número de cartillas sanitarias. Actualmente, muchas localidades pequeñas han pasado de tener consulta semanal a recibir atención solo una vez al mes. Establecer días y horarios fijos y conocidos para las consultas, evitando la incertidumbre por cambios de última hora o acumulaciones de pacientes. Eliminar la cita previa en los pueblos, siempre que se cumplan los horarios establecidos, para facilitar el acceso directo a la atención médica.

Los asistentes han recordado que el derecho a la sanidad pública está recogido en la Constitución Española de 1978, y que la despoblación rural no puede justificar una merma de servicios esenciales.

“Por ser menos personas en los pueblos, no podemos tener menos derechos. No somos ciudadanos de segunda ni simples números”, insistieron durante la lectura del manifiesto.

Asimismo, los vecinos expresaron su reconocimiento al personal sanitario y exigieron plantillas suficientes y bien organizadas para garantizar un servicio digno.

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