La pareja de sevillanos que tomó las riendas de la panadería de Pereruela cuelga el cartel por traspaso

Dora y Benjamín abandonan "con pena" un proyecto ilusionante para regresar a su tierra pero con la esperanza de que el servicio no se corte en la zona
Horno de leña de la panadería de Pereruela
photo_camera Horno de leña de la panadería de Pereruela

Han sido dos años y medio de un cambio de vida que toca a su fin. El horno de leña que Dora y Benjamín volvieron a poner a punto para elaborar un pan 100% artesanal espera ahora a sus nuevos dueños. La pareja cuelga el cartel de traspaso ante motivos personales que le llevan a despedirse de su proyecto de emprendimiento y apuesta personal para retomar su vida en su ciudad natal. 

Lo hacen con la pena de un proyecto apasionante y que les llevó a aprender de los profesionales de la comarca. La panadería de Roelos le abrió las puertas de su negocio para aprender los secretos del pan y de los productos típicos de la tierra. "Para estas fiestas nos encargaron encomiendas que no la había visto en mi vida y que se había dejado de elaborar. De la nada he ido dando con el toque y sería una pena que esas tradiciones se pierdan". Unos productos que ahora deberá retomar la persona que se haga con las riendas de un negocio que espera no tener que cortar el servicio

"Cuando llegamos la panadería estaba cerrada y aunque hay tienda, hay pueblos cercanos que no disponen del servicio de panadería" mientras en otros puntos la llegada del pan no es diaria, relata Dora. "Hemos notado mucha gratitud y nos vamos con pena, pero lo suyo sería que el servicio continuara y no encontrarse con el impedimento de empezar de cero". 

Un aprendizaje que estos sevillanos realizaron con la mayor de las ilusiones cuando aterrizaron en 2021 de la mano del Banco de Inmuebles de Sayago y que les ha llevado a emprender y a asentar población también en la vecina localidad de Las Enillas. Ahora, esta pareja aspira a cambiar las llaves en cuanto encuentre un interesado, pero con la vista puesta en asegurar el relevo. 

El empeño de la pareja es quedarse hasta que los nuevos dueños se hagan ya con el negocio, enseñándoles los repartos y cómo elaboran el pan y los productos que ya cuentan con una cartera fija de clientes y con un sello personal. "No tenemos ninguna máquina más allá de la amasadora, por lo que todo lo hacemos a mano". 

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