Este verano ha dejado una huella profunda en Castilla y León. Los incendios forestales en Ávila, León, Palencia, Salamanca y Zamora arrasaron terrenos y afectaron viviendas, enseres domésticos y edificaciones complementarias en varios municipios.
Para mitigar sus efectos, la Junta de Castilla y León ha activado órdenes de emergencia para llevar a cabo obras de desescombro y consolidación de las viviendas dañadas, con un presupuesto que alcanza, hasta la fecha, los 3,2 millones de euros.
La directora general de Vivienda, María Pardo, visitó este jueves Abejera de Tábara, uno de los municipios más afectados, para supervisar los trabajos de recuperación y constatar de primera mano el progreso de las obras.
En la provincia de Zamora, las actuaciones han recibido un presupuesto de 478.000 euros, destinados a los municipios de Ayoó de Vidriales, Cubo de Benavente, Uña de Quintana, Molezuela de la Carballeda y Riofrío de Aliste. Además de la rehabilitación de infraestructuras, la Junta ha concedido ayudas directas a las familias afectadas, por un total superior a 480.000 euros, especialmente en Cubo de Benavente y Carracedo de Vidriales, para garantizar el derecho a la vivienda y recuperar la estabilidad de los hogares.
Estas medidas buscan no solo reparar los daños materiales, sino también proteger el patrimonio arquitectónico, impulsar la economía local y fortalecer la permanencia de la población en los municipios rurales más vulnerables.
En toda Castilla y León, incluyendo León, Palencia y Salamanca, las ayudas directas a hogares afectados por los incendios superan ya los 7 millones de euros, consolidando el compromiso de la Junta con la recuperación social y territorial tras los incendios.
