En el entramado rural de la provincia de Zamora, Fuentesaúco destaca como un faro de fervor y legado cultural con su celebración anual de la Semana Santa saucana. Esta festividad, parte integral de la rica tradición de la Semana Santa rural, une a Fuentesaúco con las arraigadas Pasiones de Bercianos de Aliste, Alcañices, Fermoselle y Villalpando, preservando ritos ancestrales y costumbres centenarias que han resistido al paso del tiempo.
Aunque los orígenes exactos de la Semana Santa saucana se pierden en la bruma del pasado, la presencia documentada de la Cofradía de la Vera Cruz desde al menos el siglo XVI arroja luz sobre sus fundamentos. Esta cofradía, junto a los enigmáticos Penitentes, ha moldeado en gran medida la celebración que hoy se conoce, con una Hermandad de Nazarenos que mantiene viva la escenografía del siglo XVIII y un patrimonio artístico que ha desfilado en las procesiones durante más de dos siglos.
Con cinco cofradías sustentando sus tradiciones, la Semana Santa de Fuentesaúco ha sido declarada de Interés Turístico Regional, en reconocimiento a su arraigo religioso y su invaluable patrimonio artístico. Esta celebración, la más destacada de la comarca de La Guareña, se distingue por la impresionante estampa de los Nazarenos, cuyos atuendos morados y semblantes devotos impregnan las procesiones del Jueves y Viernes Santo.
Desde el Viernes de Dolores hasta el Jueves Santo, Fuentesaúco se sumerge en una atmósfera de penitencia y fe, con procesiones, liturgias y vía crucis que narran la Pasión saucana con solemnidad y emoción. La procesión del silencio, organizada por la Cofradía del Cristo de la Agonía, atrae a multitudes bajo el pacto de la serenidad, mientras que el Jueves Santo se distingue por el conmovedor vía crucis dirigido por el portador de la Cruz del Señor.