viernes. 19.04.2024
Piezas con el skyline del Casco Antiguo de Zamora, obra de Carlos Macho, de Creámica
Piezas con el skyline del Casco Antiguo de Zamora, obra de Carlos Macho, de Creámica

Cerámica cocida al doble calor del fuego: el del horno del taller que Carlos Macho posee en su casa en Cabañas de Aliste y que se sumó al incendio que en la tarde del miércoles se desató en Sierra de la Culebra. El avance sin freno de las llamas obligó sólo en las primeras 24 horas a desalojar un total de seis municipios. Serían los primeros de una larga lista que sobrepasó la veintena de núcleos urbanos que, de un momento a otro, se vaciaron.

El resultado de una de esas piezas que permanecieron en esa fatídica noche en el horno de Carlos se tradujo en un precioso skyline del Casco Antiguo de Zamora, en el que los tonos “sin quererlo”, recuerdan el perfil que presenta ahora la Sierra tras el incendio en una amalgama de tonos oscuros que contrastan con el azul ceniza de un cielo que todavía llora ante un incendio que aún no se ha dado por extinguido quince días después de arrasar más de 30.000 hectáreas. 

A menos de quince días para el inicio de la 50 Feria de Cerámica y Artesanía que se despliega en cada fiesta de San Pedro en el entorno de Viriato, Carlos -o lo que es lo mismo, CREÁMICA- ideó una línea de piezas de barro especialmente diseñadas para la ciudad. “Quería hacer algo especial con motivo del aniversario de la Feria. Yo soy de Zamora y se me ocurrió plasmar la silueta más reconocida de la ciudad desde el Duero insertados en un cuenco”.

Pieza de cerámica con el skyline de Zamora y su parecido con la vista tras el incendio en Sierra de la Culebra
Pieza de cerámica con el skyline de Zamora y su parecido con la vista tras el incendio en Sierra de la Culebra

Es sólo una de sus creaciones que incluyen también un plato con el labrado del cimborrio de la Catedral y que se agotaron prácticamente en el primer día. "He tenido que decirle a la gente que me dejaran las piezas aunque estuvieran vendidas para seguir recogiendo encargos”. Reconoce Carlos que al principio dudaba de si los paseantes reconocerían los elementos más distintivos de la ciudad, si bien la conexión con las piezas fue prácticamente inmediata.

La existencia de la Feria de la Cerámica guarda una correlación casi directa con la edad de este zamorano que lleva 14 años participando con mayor o menor regularidad en esta cita imprescindible del sector alfarero. Más o menos el mismo tiempo desde que Carlos abandonó Madrid -donde se formó como ceramista- y emprendió junto a su familia una aventura de regreso al pueblo materno.

“Teníamos un piso en Madrid y nos planteamos invertir en el taller y en la maquinaria y trasladarnos a Cabañas”. Su vuelta a Zamora coincidió con la crisis económica del 2008, si bien reconoce que su profesión va muy acorde con la filosofía del mundo rural: “Es una forma de vida, aquí no se concibe trabajar para ganar dinero”.

Ahora, con la realidad de una Sierra de la Culebra devastada, Carlos no descarta idear una línea orientada a resaltar la biodiversidad de una zona que ahora agoniza. Asegura que, aunque por el momento no se atreve ni a asomarse a la zona, el cuerpo le pedirá ponerse "manos a la obra" porque “van a ser muchos años de ver el monte quemado, por lo que influirá”. Una serie que podría evolucionar también hacia la escultura, por lo que “combinarlo con Sierra de la Culebra podría ser una posibilidad”.

Piezas con el cimborrio de la Catedral de Zamora, obra de Carlos Macho, de Creámica
Piezas con el cimborrio de la Catedral de Zamora, obra de Carlos Macho, de Creámica

Cerámica alistana cocida en la noche del desalojo en Sierra de La Culebra