“Amanecer de Aliste” publica un nuevo número de la revista "Los Carochos"

photo_camera Portada de la nueva edición de "Los Carochos"

La Asociación Cultural Amanecer de Aliste acaba de editar un nuevo número de la revista Los Carochos, correspondiente al año 2020, con el patrocinio del Ayuntamiento de Riofrío de Aliste y la colaboración de la Diputación de Zamora. La publicación, que llega a los lectores por octavo año consecutivo, recoge información relacionada con el rito, opiniones, fotografía, pintura e ilustraciones que enriquecen gráficamente, de modo especial, esta manifestación ancestral que se celebra cada 1 de enero en esta localidad zamorana.

Entre los temas que forman parte de los contenidos, destacan una entrevista con el etnomusicólogo Miguel Manzano que analiza cuestiones de su amplia trayectoria profesional y pone sobre la mesa asuntos relacionados con el cancionero de Catilla y León así como del folclore alistano, investigaciones relevantes a lo largo de su vida.

Varias autoras reflexionan sobre aspectos sobresalientes de estos ritos del solsticio de invierno como son la simbología de la máscara y el arraigo que tienen estas celebraciones en sus comunidades. En concreto, escriben sobre ello la antropóloga portuguesa, Ana Botas, responsable del Inventario y Gestión de Colecciones del Museo Nacional de Etnología de Portugal, con sede en Lisboa, así como la profesora de la Cátedra de Estudios sobre la Tradición de la Universidad de Valladolid, Pilar Panero García.

Máscaras y trasgresión

Botas considera que al margen de las apreciaciones estéticas que dan forma a la máscara, las caretas "encierran significados que se expresan en la reproducción y mantenimiento de sistemas sociales y culturales a través de su participación en manifestaciones rituales, públicas o escondidas". Entiende también que estos disfraces son elementos contundentes de "trasgresión, diabólicos y perturbadores que se revelan tanto en su factura como en el comportamiento de los enmascarados que las exhiben".

Por su parte, para PaneroGarcía las mascaradas son "reflejo de las condiciones de vida materiales de las comunidades que se han ido adaptando a cada tiempo histórico". Defiende su condición de patrimonio porque, a su entender, "pueden portar todos los discursos que nacen de la cultura donde viven" y, al mismo tiempo, señala, la máscara "dispone del marco simbólico para representar las relaciones entre los miembros de su comunidad y los forasteros".

Las páginas de la revista recogen igualmente textos relacionados con la llegada de la caracola de mar a Riofrío de Aliste, en la década de los 50 del siglo pasado, que se incorporó al personaje de El Molacillo para comunicarse con el compañero de fatigas, El Ciego de Atrás. Al mismo tiempo, un percusionista profesional, Gabriel López Valcárcel, explica las características sonoras que tiene este instrumento que en ocasiones se ha incorporado a las orquestas sinfónicas.

En el sumario de esta publicación anual sobresale también la presencia del periodista y escritor de viajes, César Justel, uno de los pioneros de todo el país que visitó el año pasado, de nuevo, la grotesca mascarada de Riofrío y que tiene a gala haber recorrido miles de kilómetros de los cinco continentes a la búsqueda de ritos ancestrales.

Rito y revista colectivos

El número 8 de la revista Los Carochos recoge, además, las impactantes imágenes del fotógrafo Carlos González Ximénez, quien desde la sección La Firma presenta tres instantáneas en blanco y negro, complementarias, en una especie de ajuste de cuentas gráfico ante el pueblo titulado "Estudio de máscara alistana". Dichas fotografías fueron, según confiesa este reportero gráfico especializado en temas de interés antropológico, la primera experiencia fotográfica en una mascarada hace dos décadas.

Al igual que en ediciones anteriores, la revista presenta una estética y un cuidado diseño donde textos, espacio, creatividad e ilustraciones forman parte sustancial de los contenidos de una publicación que, pese a ser tratados con técnicas de última generación, guarda las esencias de una tradición ancestral como es la de Los Carochos, declarada Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León en 2002.

Señalar, asimismo, que en el resultado de este anuario tienen mucho que ver los alumnos de Ilustración de la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Valladolid, dirigidos por la profesora de Producción Gráfica Industrial, Rosa Rico, con la colaboración también de laprofesorade Informática, Maite Ayerra. Ellos han recreado personajes y situaciones del rito que propician en la revista un lugar de encuentro donde la imaginación participa del fervor colectivo de este proyecto. Hay que tener en cuenta que en este número de Los Carochos participan 47 colaboradores, una treintena de ellos nacidos o relacionados con la localidad de Riofrío. Ahí reside, precisamente, uno de sus méritos.

La incorporación del portugués a la revista es también, un año más, seña de identidad de la publicación. Recoge el calendario de estas manifestaciones y profundiza en las afinidades que poseen Zamora y Bragança tanto en su patrimonio natural y cultural como en la convivencia entre sus gentes a un lado y otro de La Raya y, por supuesto, en la semejanza de las mascaradas. Estos rasgos comunes avalan la inminente candidatura de las mascaradas de Bragança, Salamanca y Zamora para que sean reconocidas ante la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

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