Semana Santa

Procesión de Jesús Muerto en Toro

La procesión avanzó entre un ambiente de absoluto respeto. Vecinos y visitantes acompañaron los pasos entre oraciones, lágrimas y silencio. Solo los acordes fúnebres y los toques de tambor marcaban el ritmo de la marcha. Las velas encendidas, los cirios en alto y los estandartes ondeando recordaban que el dolor, la fe y la esperanza caminan juntas cada Viernes Santo por las calles de Toro.

Los cofrades, muchos de ellos con décadas de tradición familiar a sus espaldas, portaron con orgullo las andas, sabiendo que no solo cargaban imágenes, sino siglos de historia y fervor heredado.

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