Este año sí, la Virgen del Encuentro y el Jesús Resucitado han podido bailar en la Plaza Mayor, en una imagen en el que la talla de María se deshace de su mantón de luto para recibir a su hijo. Ha sido en una Plaza Mayor abarrotada de zamoranos, visitantes y turistas y que de nuevo ha estado marcado por una indisposición, como ya sucedió en la tarde-noche de ayer durante la procesión de la Virgen de la Soledad.
Fotografías de Aroa CF