El mes de diciembre está siendo un auténtico infierno para las mujeres, y no lo digo yo, lo dicen los datos. No existe un último mes del año peor para el sexo femenino y es que ya han muerto once mujeres por violencia machista en solamente 30 días. Una cifra que duplica la cifra de féminas muertas desde que comenzaron a recogerse datos en 2003. Supongo que la sociedad no ha aprendido absolutamente nada.
Una mujer asesinada cada tres días. El más letal en cuanto a violencia machista se refiere. Los datos son terroríficos. Es preocupante y que la situación se normalice. Parece, simplemente, una más... pero no lo es.
Con la confirmación de estos casos, el número de mujeres asesinadas por violencia de género en España asciende a 49 en 2022 y a 1.182 desde 2003. Vidas que acaban porque alguien lo decide de la peor forma que existe, la más cobarde.
Quemadas, apuñaladas, asfixiadas. Es realmente aterrador. Mañana podría ser tu amiga, tu vecina, tu hermana o incluso tú. Todas ellas tienen rostro, familia, nombre y apellidos. Todas ellas tienen una historia que se manchó porque alguien decidió que nunca más. Todas ellas tenían ilusiones y sueños, pero alguien se los truncaron.
Es una lucha perdida en la que todos llevamos años luchando. No solamente mujeres, también hombres. Luchar por la vida de una mujer no es algo que solamente hacen las mujeres, lo hacemos todo porque el objetivo es el mismo: salvar. No es una batalla de sexos, es una guerra contra el monstruo. Una lacra que no se marcha.