La nuestra va de otro sentir, de otra forma también transgresora de ver la religión y por supuesto la semana de pasión. La belleza nunca estuvo reñida con la religión ni con el arte, pero esta vez el modelo de Jesús ha roto esquemas.
El cartel zamorano obra de Teresa Álvarez es lo esperado, lo que debe representar y sobre todo muestra lo que una artista zamorana siente por su tierra. Devociones, pasiones y arte estupendamente reflejados en una obra en la que todos asentimos en su mensaje, fuera de polémicas y fuera de dudas.
Sevilla siempre tuvo una semana de Pasión diferente y claro Sevilla también tiene un color especial, y una gente con mente abierta y que transgrede sin mayor acritud y sin mayor problema, porque es Sevilla y allí todo tiene un color especial.
En Zamora no hace falta transgredir, porque esto Zamora es la Castilla y León más emotiva y con más devoción por la Semana Santa más austera, quizá es más León que Castilla para muchos, pero sin comentarios en lo religioso, aquí ni Sancho ni la Iglesia. Zamora es tradición, religión y mucho semanasantero que nunca dejaría en entredicho salvo alguna que otra polémica absurda por ejemplo en aquella pelea que trascendió en otros lares, en aquella asamblea que pretendemos todos no volver a recordar.
Aquí tenemos Semana Santa para rato, durante todo el año, aquí se siguen tradiciones y raíces más profundas, que incluso los artistas más transgresores se guardaron para otros carteles, para muestras botones y en este caso carteles que siempre dicen tanto de todo.
Recopilamos siempre los carteles de la Semana Santa de nuestra Zamora aquí nuestro grano de arena y nuestra aportación al recuerdo de tantos artistas implicados en difundir lo nuestro, lo auténtico y lo austero.
