Nuestra Inma Villalobos deja la docencia activa y se retira a un merecido descanso tras cerca de 40 años de profesión
Inmaculada Villalobos, es la perfecta docente que hizo de nuestro repetido y tedioso en aquel entonces "Rosa rosae" y sus declinaciones un momento de cambio en nuestras vidas. El pasado viernes sus compañeros de la "UNI" la homenajeaban junto a otros dos profesores que pasarán también a ese estado en el que el descanso es ¿necesario?, seguro que sí pero también es seguro que Inma no lo hará.
Nuestra querida profesora deja su docencia activa para retirarse a un merecido retiro tras toda una vida dedicada a enseñar como maestra y profesora a la vez. Y la salvedad del término de maestra a profesora coincide en todos los que hemos sido alumnos de una encantadora mujer que se ha ganado a parte de su jubilación, el cariño y admiración de alumnos y compañeros de profesión. Comprometida con grandes causas solidarias, crítica con el poder establecido y la injusticia, y en definitiva realista y cercana con los problemas de una sociedad que ha cambiado pero mucho, mucho desde aquellos finales de los ochenta cuando nosotros terminábamos con el BUP y el COU, hoy llamados ni sé.
Inma "La Villalobos" fue en su etapa de profesora de la Universidad Laboral una de esas personas de la enseñanza en la que podían confiar y sentise cómplices los que entonces se (nos) partíamos la cabeza con las declinaciones de la base de nuestro castellano, pero que aunque a todos nos pareciese pesado ella hacía que el Latín no fuera una "verdadera piña" sino una aventura más del saber, ese que no ocupa lugar y que a muchos nos tuvo de cabeza en nuestro bachiller con las demás asignaturas seguro y no con el Latín aunque a más de uno se le atragantara.
Inma era y es de esas profesoras con las que te podías tomar una caña en el bar, sentarte y hablar de amores o de política, de derechos y deberes, de vida, y de como afrontar lo que más adelante se llamaría en nuestro caso futuro profesional. Fue la única profesora elegida por la quinta del 69 para acompañarnos en el 25 aniversario de la promoción que fue capaz de reunir a 97 de los 107 compañeros y compañeras que hicimos en la UNI la versión de letras en nuestro bagaje estudiantil, pero fue por algo. Tras el paso por sus clases y con su ayuda tanto en lo profesional como en lo personal, Inma nos ha dado lecciones de vida durante toda la que seguimos disfrutando.
El caprichoso paso del tiempo nos ha llevado a valorar sus enseñanzas y charlas hasta el punto de considerarla más que una profe, o maestra o erudita del latín como nuestra amiga y madre adoptiva en muchos de los casos. Algo que nos seguimos llevando de una mujer que daba en sus clases una enseñanza diferente, con valores, con criterio y sobre todo con un profundo cariño hacia sus alumnos. Resumir después de más de treinta años su poso es harto difícil, lo importante es seguir sabiendo que está ahí y que através de la red, del wassap, del teléfono o por la bien cercada siempre se parará y querrá saber de tí, de tu familia, de tu trabajo y de tu vida pero no de cualquier forma sino con el interés que lo hacía entonces y con esa mirada que lo dice todo, la de quien te conoce realmente, pero no superficialmente y no te dice " un hasta luego" sino ven, cuéntame... como va esa vida. Seguiremos buscando tus consejos y cariño, siempre. Gracias INMA nos vemos en las calles...