jueves. 25.04.2024

La justa tardanza de la Justicia. ¿Quien nos devolverá las horas de confinamiento o de toque de queda?

Casi un mes después y seguimos esperando a que la justicia diga que si, o que no, que el toque de queda desde el atardecer, a eso de las 20:00 es para la Junta de CyL o es para el Estado Español. Tarde vamos como siempre y no llegamos pronto ni a recoger dinero. Tarde vamos para saber si es en un bar donde mangas el bicho, en casa de un amigo donde se bebe por desesperación o porque estamos todos después de ya casi un año desquiciados de tanta limitación y restricción.

Triste es o sería que nos debieran dos horas de libertad, ya que el auto-confinamiento es cosa de cada uno además del sentido común. También es triste experimentar y elucubrar, como harían para devolver dos horas de terraza a los hosteleros que ya las otras a una barra de hielo han de ir. Triste es que tengamos que ir a los tribunales a poner cabeza, para saber si podemos o no podemos salir a la calle en momentos de pandemia, y luego en Cataluña puedan salir a votar hasta los positivos. Triste es que no hayamos aprendido nada un año después y tres olas que se han llevado los mismos habitantes oficialmente hablando, que viven en la capital zamorana, aunque todos sabemos que son al menos el doble, osea más menos una provincia de Zamora si unimos a los fallecidos por causa o gravamen del maldito bicho.

Sigue siendo un país de pandereta y tener claro que con 17 formas diferentes de ver las cosas no habrá consenso ni por asomo. Triste es no ser australiano o vivir en la conchinchina, donde poner fin a la pandemia es cosa de cerrar de un viaje un país, parar 15 días o un mes un país y todo por el bien de súbditos, ya que sin ellos el país no existe, la hostelería no funciona, y los servicios esenciales tampoco, esto no se entendió y mientras estuvimos aplaudiendo no aprendimos nada porque ahora mismo hay más incidencia que en la primera ola y ya estamos pensando en la Semana Santa salvadora que defendí y tuve un castigo tremendo por ello, este "puto" bicho me dejó huérfano y me advirtió en el hospital que ojo de esto se muere cualquiera. 

Perdido el respeto a los que nos cuidan, que más da ya ocho que ochenta mil, la economía destrozada una vez más y todo por culpa de los de siempre, de los que no se ponen de acuerdo para nada y ahora sospechan de hasta los ministros que si se pusieron o no las vacunas. 

Protocolos a parte me asquea ver como hay gente que se cuela, porque el plan de vacunación de este país es un verdadero coladero, por mucho que oiga a Verónica Casado que lo que necesitan son vacunas y que es un plan perfecto, "tururú", señora mía "tururú". Para que decir ni hacer si el sistema está mal protocolizado, porque no crean que aunque hubiera vacunas para todos, las cosas iban a ir mejor, un vacunado "chuleta" dejaría la cesta podrida de manzanas con bicho, porque en España somos así, los mejores en todo, hasta en chulería y vacunación a porta gayola.

Triste es que este país no tenga remedio, que los que mandan sigan mirando por encima a los problemas de la calle de los aunque sea una matraca los hosteleros que son los que producen en un país que sin turismo, cañas, paellas y fiesta se hunde se hundirá y tendrá que dejar de llover hacer mucho sol y pasar los años sin bichos para poder recuperar un nivel que ya no será lo mismo nunca más. Han cerrado más de 85.000 bares, los que no hay en Alemania ....que triste. 

Y como decía Gabinete Caligari en su canción ...la sangre de tu tristeza será el delito fiel...que buena frase aplicada a los que hemos sangrado, a lo sangrante de la situación, a la tristeza provocada, y al delito que supone haber sido fiel a los principios de la humanidad, que ni se han visto ni se van a ver.

La justa tardanza de la Justicia. ¿Quien nos devolverá las horas de confinamiento o de...
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