Hay mucho hijo de la "gran puta" en esta Semana Santa, y los hay también, entre caperuces y estameñas, entre el público en general, también los hay, y si, siempre hay hijos de puta, y siempre con perdón de las madres y las señoras putas además de la ética y las buenas formas y palabras.
Aquí en Zamora, también hay bastardos y mal nacidos como en cualquier otra ciudad, pero que aprovechan el gentío y el ruido para causar los mil males que durante la madrugada han sido capaces de realizar. Coches con ventanas rotas, ruedas de vehículos pinchadas, papeleras arrancadas de cuajo, intentos de asaltos a Ermitas que nada tienen que saquear...semáforos rotos y decenas de atentados al sentido común, aunque el parte policial haya sido de normalidad.

Así son también las noches de Viernes Santo en Zamora. Peleas, bravuconadas de pequeños ególatras sin sentido en la noche de las tinieblas. Esta es la generación del olvido, del internet, del porno duro, del asalto a la intimidad y sobre todo a las formas y a lo que todos entendemos como estado de derecho y sentido común. Quizá gastemos cantidades ingentes en educación, en el no a la violencia de género y la otra, pero esto tiene solución queramos si es que queremos, o no.
Si, esta noche, una más la de 2023, desde las 22.30 horas y hasta bien entrada la mañana miles de jóvenes volvían hacer lo que siempre se tachó y se tacha como un atentado a la Semana Santa pero al que nadie pone remedio, y no por prohibir sino por decir basta. Beber en la calle...multado, no ponerse una mascarilla, también se multaba, pero dejar el parque de San Martín como un estercolero tendría que estar penado sobremanera. Atentar contra una Ermita igualmente, y por supuesto romper ventanillas, espejos retrovisores y robar igualmente.

Dios es fácil que perdone según la Iglesia, pero hay otra forma de erradicar estos comportamientos que más allá de ser humanos son de animales sin raciocinio. La Policía poca y escasa para controlar un botellón que tendría una simple y sencilla solución, primeros en llegar multa, zona acordonada y se acabaron los permisos, porque si se sigue sin permitir beber en la calle, ¿porqué se permiten este tipo de soluciones? Mirar a otro lado gastar un dineral en concienciar, o simplemente pasar de todo como hacen los que allí se "divierten". "Salimos a mamarnos", esto es lo que oímos, padres, abuelos y demás familia, y ¿seguimos permitiendo este sin sentido?. Por cierto aparcar en zona azul sin ticket 80€, en línea amarilla ... ayer vimos coches con maleteros repletos de alcohol con puertas abiertas, música por encima de los decibelios permitidos...y todo normal, es Viernes Santo.
54 años después, y tras noches y noches en la hostelería zamorana, solo decir que lo que se ha permitido, solo lo agradecen las grandes superficies, los que venden alcohol a menores no pensando en que pueden ser sus hijos los que consuman alcohol, y también decir que un estado de derecho no es de libertinaje ni de recibo, el que vivimos no es mi ideal e imagino que el de los demás tampoco, porque hay que ser cerdo con perdón de los gorrinos, para dejar San Martín como lo dejan.
Definitivamente como dice una persona más que cercana, Dios no está en sus corazones.