El Zamora CF cierra el año con un contundente triunfo sobre el Arenteiro
La afición zamorana despidió el año 2024 con una sonrisa. El frío de la noche en el Ruta de la Plata quedó en segundo plano frente al calor de un equipo que, bajo la dirección de Sabas, parece estar encontrando su mejor versión. La victoria por 3-0 ante el Arenteiro, más allá del marcador, confirmó las buenas sensaciones que rodean al Zamora CF. Con un fútbol dominador y una comunión inquebrantable con su público, el equipo rojiblanco cierra el año con la ilusión renovada y el apoyo incondicional de su hinchada.
Aunque el partido comenzó algo trabado, con un Arenteiro bien plantado y decidido a cerrar espacios, el Zamora CF demostró paciencia y personalidad para ir inclinando poco a poco el campo a su favor. La primera mitad fue un ejercicio de desgaste en el que los locales acumularon llegadas sin demasiado acierto, pero dejando claro que eran los dueños del balón y del ritmo del encuentro.
El gol que abrió la lata llegó en el arranque del segundo tiempo, en el minuto 51. Un saque de esquina ejecutado con precisión por Kike Márquez encontró la cabeza de Carlos Gutiérrez, que remató picado al fondo de la red. El central, inquebrantable en defensa durante toda la temporada, se convirtió en héroe por un instante, desatando la euforia en las gradas del Ruta de la Plata.
El tanto dio alas al Zamora CF, que se volcó con más decisión sobre la portería rival. En el minuto 63, una internada de Roni por el área acabó en un penalti tan claro como indiscutible. Márquez, con la serenidad de un veterano, engañó al portero gallego y amplió la ventaja. Con el 2-0, el equipo zamorano jugó con una soltura envidiable, levantando olas de aplausos con cada combinación y desbordando al Arenteiro, que apenas pudo contener las acometidas rojiblancas.
El broche de oro lo puso Joel Priego en el minuto 70. El delantero aprovechó un contragolpe fulminante iniciado por Roni para plantarse en el área rival y definir con una frialdad quirúrgica. El 3-0 sentenció el partido y confirmó al Zamora CF como el quinto equipo más goleador de su grupo, con 25 tantos en su cuenta particular.
Lo que se vivió en el Ruta de la Plata fue más que una victoria. Con el público entregado, coreando cada jugada y celebrando con júbilo los goles, quedó claro que este equipo ha conseguido algo muy difícil: ilusionar a su gente. Al final del encuentro, la grada despidió a los jugadores con una ovación cerrada, reconociendo el esfuerzo y el buen juego desplegado.
Es cierto que queda mucho camino por recorrer, pero este Zamora CF tiene buena pinta. Con un estilo de juego definido, un entrenador que cree en el proyecto y una plantilla comprometida, la esperanza crece en una ciudad que sueña con ver a su equipo alcanzar nuevas cotas. El 2024 termina con una sensación de optimismo, y el 2025 comienza con una promesa: el Zamora CF dará guerra.
Esta noche, en el Ruta de la Plata, quedó claro que el fútbol tiene el poder de unir y emocionar. Y hoy, el Zamora CF y su afición son un solo corazón latiendo al ritmo de un sueño compartido.