El Zamora CF rozó la gesta ante el CD Tenerife en la segunda ronda de la Copa del Rey, pero el sueño copero terminó en una tanda de penaltis fatídica, tres de los cuatro penaltis errados.
Los de Juan Sabas, superiores durante todo el encuentro, desplegaron un fútbol valiente y ofensivo que desbordó a un Tenerife que nunca mostró su condición de equipo de Segunda División. Sin embargo, la falta de acierto y la fortuna esquiva privaron a los rojiblancos de la clasificación.
Desde el pitido inicial, el Zamora tomó las riendas del partido. Aunque las llegadas no fueron claras en los primeros compases, el dominio zamorano quedó patente frente a un rival que apenas inquietó la portería de Altube. En la segunda mitad, los locales intensificaron su asedio y dispusieron de las mejores ocasiones del encuentro. La más clara llegó en el minuto 60, cuando Mancebo, con todo a favor tras un rechace que dejó al portero rival vendido, remató al larguero, desatando la desesperación en la grada.
El talento croata Karlo Speljak fue otro de los nombres destacados de la noche. El joven extremo deslumbró con su habilidad y dinamismo, protagonizando una jugada en la que dejó atrás a dos defensores antes de caer dentro del área. La acción levantó a la afición, que reclamó penalti entre gritos que el colegiado Miguel García ignoró, en una actuación muy criticada por los asistentes. Los cánticos de “¡Fuera, fuera!” hacia el árbitro resonaron con fuerza en el Ruta de la Plata, reflejo del malestar por las decisiones que perjudicaron al equipo local.
A pesar de los intentos de Juan Sabas por refrescar el ataque con los cambios de Tresaco y Rufo, y del esfuerzo incansable de Guille Macho y Kike Márquez, el gol nunca llegó. La falta de efectividad volvió a ser el talón de Aquiles de un Zamora que terminó el tiempo reglamentario y la prórroga con el marcador a cero.
En la tanda de penaltis, la presión y el cansancio pasaron factura. Los rojiblancos fallaron tres de sus lanzamientos, dejando la clasificación en manos de un Tenerife que avanzó a los dieciseisavos con lo justo, sin merecerlo por lo visto en el campo.
Eliminado por primera vez en Copa del Rey por un equipo de Segunda División, el Zamora CF se despide del torneo con la cabeza bien alta, tras haber plantado cara a un rival teóricamente superior.
Un amargo adiós a la Copa para los zamoranos, pero con el consuelo de haber demostrado que tienen calidad y carácter para competir a cualquier nivel. El Ruta de la Plata, fiel a su equipo, despidió con una ovación a los jugadores, conscientes de que el esfuerzo y la entrega estuvieron a la altura.
