El Zamora CF volvió del encuentro frente al Celta B con un empate que dejó un sabor agridulce. El conjunto rojiblanco cuajó un partido serio, sólido en defensa y con numerosas llegadas en ataque, pero la falta de acierto en los metros finales impidió que el equipo sumara una victoria que mereció por sensaciones y juego.
Juan Sabas subrayó la solidez de su equipo en tareas defensivas, un aspecto clave ante un rival que calificó como “muy talentoso, vertical y con capacidad para generar peligro en cualquier momento”. La portería a cero fue uno de los puntos positivos de la tarde, aunque el técnico admitió que la falta de puntería privó al Zamora CF de transformar su superioridad en goles.
El técnico madrileño destacó que su equipo logró jugar más en campo rival que el Celta Fortuna, logrando romper líneas de presión y creando ocasiones claras, especialmente con Farrell, que no pudo materializar las más evidentes. Los cambios introducidos en la segunda mitad, con la entrada de jugadores como Eslava y Carbonell, dieron frescura y chispa al ataque, aunque ambos arrastraban falta de ritmo tras sus respectivas lesiones, lo que condicionó su rendimiento.
“El vestuario está rabioso porque ha merecido ganar”, admitió Sabas, quien confesó que incluso el entrenador rival reconoció la fortuna de su equipo para marcharse con un punto. Para el entrenador rojiblanco, el Zamora se encuentra en el camino correcto, con un bloque equilibrado, velocidad por bandas y un abanico de alternativas ofensivas que, con el paso de las semanas, deben traducirse en más goles.
Sabas confía en que el equipo encuentre pronto la pegada que necesita para convertir en victorias las buenas sensaciones. Con delanteros de perfiles distintos como Josh, Javi Eslava o Javi Carbonell, y con el respaldo de un sistema que presiona alto y busca el protagonismo en campo contrario, el Zamora CF afronta el inicio de la temporada con ambición y con la convicción de que la propuesta de juego dará resultados.
