Después del empate entre el Zamora CF y la Ponferradina este domingo, el técnico rojiblanco Juan Sabas compareció ante los medios para analizar un partido que tuvo sus claroscuros. En su valoración inicial, Sabas reconoció la dificultad del encuentro: "Sabíamos que puntuar en este campo era complicado, con un equipo de calidad y una afición que siempre hace del estadio un ambiente difícil de superar".
El entrenador explicó que el planteamiento inicial buscaba solidez defensiva, aunque admitió que "en la primera parte hubo algunos detalles que se nos escaparon, y tampoco generamos muchas llegadas". Para la segunda mitad, el equipo intentó ajustar la presión y recuperar balones en zonas más adelantadas, lo cual permitió al Zamora mejorar en ataque.
Uno de los puntos destacados fue el posicionamiento de Kike Márquez, que se situó más arriba junto a Roni en lo que Sabas definió como "una variante táctica". Este cambio se enfocó en intensificar la presión en un 4-4-2, aunque reconoció que "la presión no salió como esperábamos".
La defensa aérea fue otro aspecto clave del análisis. Ante la pregunta sobre el gol encajado a balón parado, Sabas indicó que la Ponferradina mostró fortaleza en este tipo de jugadas: "Nos ha costado defender esos centros laterales, y en eso tenemos que mejorar". Sabas también reflexionó sobre el equilibrio entre el ataque y la defensa del equipo, señalando que "si logramos ese balance, el Zamora es muy bueno; pero cuando fallamos en eso, se nos ve más débiles".
Sobre el desgaste físico, especialmente tras el compromiso de Copa del Rey a mitad de semana, el técnico aceptó que "pasar de ronda es positivo, pero el equipo llega justo de efectivos". Sin embargo, a pesar de las dificultades y la exigencia física, el empate en un estadio tan complicado es un resultado que le deja conforme. "Si me lo preguntas al final del partido, después de esa ocasión tan clara de Guille Macho en el minuto 90, a lo mejor nos quedamos con ganas de más, pero el resultado nos satisface".
Finalmente, al ser cuestionado sobre las decisiones arbitrales, que incluyeron varias amonestaciones para el equipo zamorano, Sabas se mostró respetuoso: "Es un trabajo complicado, y al final todos lo vemos desde el prisma de nuestros colores". A pesar de la intensidad del encuentro, agradeció a los aficionados que acompañaron al equipo y valoró el apoyo incansable desde las gradas: "Han disfrutado, han sufrido y han sabido animar. Eso también es un triunfo para nosotros".
