Pero para muchos españoles —y especialmente para algunos zamoranos— este día tiene un significado distinto: el orgullo de servir y representar a su tierra dentro de los cuerpos que protegen a todos.
Entre los protagonistas silenciosos de esta jornada está Alejandro Coco, natural de Moraleja del Vino, miembro de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuerpo creado bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y convertido en una de las unidades más queridas y eficaces de nuestras Fuerzas Armadas.
Alejandro lleva dos años en la UME, dentro de la Unidad BIEM I, y ya ha participado en misiones de gran exigencia como la DANA que afectó a buena parte del país, interviniendo desde los primeros momentos en tareas de rescate y apoyo a la población.
Su presencia en el desfile del 12 de octubre no solo es un símbolo de disciplina y compromiso, sino también un motivo de orgullo para Zamora, una provincia que, pese a su tamaño, aporta siempre hombres y mujeres dispuestos a servir a España en los lugares más difíciles: desde los incendios del verano hasta las misiones internacionales.
En este día de debate, de interpretaciones y de ruido, conviene recordar que detrás del brillo del desfile hay personas. Personas como Alejandro, y como tantos zamoranos y zamoranas que trabajan en la Guardia Civil, el Ejército, la Policía Nacional, Protección Civil o las embajadas españolas repartidas por el mundo.
A todos ellos —sin excepción y sin etiquetas—, gracias.
Por representar, con humildad y entrega, el valor más alto del servicio público: defender la vida y la dignidad de los demás.
Porque más allá de la política, las banderas o las polémicas, Zamora también desfiló en Madrid.