Zamoranos en el desfile del 12 de octubre: orgullo más allá de la polémica

alejandro Coco UME
Cada 12 de octubre, España se detiene entre banderas, uniformes y discursos. Para algunos, es el Día de la Hispanidad, símbolo de la historia y las conquistas; para otros, una jornada que evoca el imperialismo o el peso de un pasado complejo. Unos lo ven como la fiesta de la Monarquía, otros como la tribuna política del año. Hay quienes esperan los abucheos, los gestos o las palabras de los líderes.

Pero para muchos españoles —y especialmente para algunos zamoranos— este día tiene un significado distinto: el orgullo de servir y representar a su tierra dentro de los cuerpos que protegen a todos.

Entre los protagonistas silenciosos de esta jornada está Carlos Coco, natural de Moraleja del Vino, miembro de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuerpo creado bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y convertido en una de las unidades más queridas y eficaces de nuestras Fuerzas Armadas.

Carlos lleva dos años en la UME, dentro de la Unidad BIEM I, y ya ha participado en misiones de gran exigencia como la DANA que afectó a buena parte del país, interviniendo desde los primeros momentos en tareas de rescate y apoyo a la población.

Su presencia en el desfile del 12 de octubre no solo es un símbolo de disciplina y compromiso, sino también un motivo de orgullo para Zamora, una provincia que, pese a su tamaño, aporta siempre hombres y mujeres dispuestos a servir a España en los lugares más difíciles: desde los incendios del verano hasta las misiones internacionales.

En este día de debate, de interpretaciones y de ruido, conviene recordar que detrás del brillo del desfile hay personas. Personas como Carlos, y como tantos zamoranos y zamoranas que trabajan en la Guardia Civil, el Ejército, la Policía Nacional, Protección Civil o las embajadas españolas repartidas por el mundo.

A todos ellos —sin excepción y sin etiquetas—, gracias.
Por representar, con humildad y entrega, el valor más alto del servicio público: defender la vida y la dignidad de los demás.

Porque más allá de la política, las banderas o las polémicas, Zamora también desfiló en Madrid.