Zamora vive un día histórico con la ordenación de su primer diácono permanente
La esposa de Antonio, sus tres hijos y sus siete nietos, junto al resto de familiares y amigos, han asistido emocionados a la celebración que ha presidido el obispo de Zamora, Fernando Valera y que ha concelebrado el obispo emérito de Chimbote (Perú) -nacido en Carbellino de Sayago-, Ángel Francisco Simón Piorno, junto a un nutrido número de presbíteros de la diócesis de Zamora.
El obispo de Zamora, durante la homilía, recordó el largo proceso formativo que inició en Getafe el candidato y que, posteriormente, continuó en Zamora. Un largo recorrido que ha finalizado con su ordenación ante el 'Pueblo de Dios'. Además, monseñor Valera explicó también a los presentes cuál es el significado de la diakonía: “es un ministerio de servicio de la Liturgia, de la Palabra, y de la Caridad. Es una dimensión de toda la Iglesia”.
Por otra parte, don Fernando se dirigió al candidato para pedirle que “se muestre sin mancha”. Para finalizar, le invitó a "no perder la esperanza en el Evangelio al que debes escuchar y servir”. El obispo insistió en que la forma de vivir el ministerio de la fe "es con alma limpia y mostrando en tus obras las palabras que proclamas”.
Desde el presbiterio, el ya diácono permanente se dirigió a los presentes para mostrar su sentimiento "de gratitud". Agradeció a Dios la familia que había formado junto a su esposa, un momento en el que no pudo ocultar su emoción, pero ese sentimiento de gratitud lo extendió a otros miembros de su familia. Tuvo unas bonitas palabras de recuerdo a sus padres: Gabriel y Fernanda; también a sus tres hijos por "mostrarme su apoyo incondicional", a sus nietos "por quererme día a día", y al resto de familiares que le acompañaban en este día tan importante de su vida.
Tampoco olvidó al pastor de la diócesis: "gracias don Fernando por su cercanía y cariño durante este tiempo, espero no defraudarle".
Tuvo que contener las lágrimas en varias ocasiones y al finalizar, los presentes, le devolvieron una amplia ovación.