Zamora por la Paz exige el fin de la guerra en Ucrania en su tercer aniversario
La Plataforma Zamora por la Paz ha hecho público un manifiesto en el que denuncia la inutilidad y la crueldad de la guerra en Ucrania, coincidiendo con el tercer aniversario del inicio del conflicto. La organización, de carácter pacifista, recalca el enorme coste humano y material de la contienda y reclama la necesidad de una solución diplomática inmediata.
El manifiesto, titulado "La inutilidad (y la crueldad) de las guerras", recuerda que el 24 de febrero de 2022 se abandonó la vía diplomática, dando paso a un conflicto que, tres años después, ha causado millones de desplazados, un millón de bajas entre muertos y mutilados, la destrucción de ciudades enteras y la imposición del servicio militar forzoso en algunos países. Según la plataforma, la guerra no ha resuelto nada en beneficio de los pueblos afectados.
En su declaración, Zamora por la Paz asegura que su pacifismo no se basa en un "buenismo ingenuo", sino en el convencimiento de que la mayoría de la población nunca ha querido las guerras. Como ejemplo, señala la reciente alegría de la población de Gaza tras el anuncio de un alto el fuego, extendiéndose incluso al pueblo israelí.
La plataforma también critica el papel de los líderes políticos y militares, afirmando que "son los mandamases quienes declaran las guerras y quienes no mueren en ellas", mientras que los ciudadanos no son consultados en referéndums sobre estos conflictos. En este sentido, insiste en que sin pacifismo no hay futuro y concluye su manifiesto con un contundente llamamiento: "¡Paz ya!".
La declaración de la plataforma zamorana se suma a otros movimientos pacifistas en todo el mundo que, en este tercer aniversario del conflicto, vuelven a reclamar el fin de la guerra y la búsqueda de soluciones diplomáticas.
LA INUTILIDAD (Y LA CRUELDAD) DE LAS GUERRAS.
La plataforma “Zamora por la Paz” nació con un neto carácter pacifista al comienzo de la Guerra en Ucrania por entender que este conflicto, dada la naturaleza de los contendientes, era una guerra más dura y peligrosa que las demás, con riesgo evidente de transmutarse en guerra nuclear y mundial.
Ahora, 3 años después (el 24 de Febrero del 2022 se abandonó la vía diplomática como solucionadora del conflicto) el balance es sumamente doloroso y cruel: millones de desplazados, un millón de bajas entre muertos y mutilados, miles y miles de desertores huyendo, ciudades destruidas, soldados a la fuerza, etc.
Y ¿para qué? Esta como todas las guerras no ha resuelto nada que beneficie a los pueblos. Nuestro pacifismo no se asienta en el “buenismo”. Se apoya y apoyará siempre en el deseo mas intimo de las gentes, que nunca han querido las guerras.
Basta con ver, para comprobarlo, la alegría de las gentes de la destruida Gaza, cuando simplemente se anunció el alto el fuego. Alegría que se extendió también al mismísimo pueblo israelí.
Son los mandamases quienes declaran las guerras y quienes no mueren en ellas. Y son los pueblos los que no son consultados sobre ellas en referéndums. Pero sin pacifismo no hay futuro. ¡Paz ya!