Zamora se enfrenta a una primavera cargada de polen

Polen en el parque de León Felipe

Las altas temperaturas prolongadas y la estabilidad climática actual favorecen la permanencia del polen en el ambiente durante más tiempo, lo que exacerba los síntomas alérgicos en la población sensible

Tras una breve tregua, los alérgicos ya están experimentando los habituales estornudos, picor de ojos, congestión nasal y tos característicos de la temporada de polinización

Con la primavera, los alérgicos al polen en Zamora se preparan para enfrentarse a una temporada moderada-intensa, según las previsiones de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Este año, las condiciones climáticas han jugado un papel crucial en el aumento de la concentración de polen en el aire, lo que puede desencadenar síntomas más persistentes y molestos para quienes padecen esta alergia.

La combinación de un invierno más cálido de lo habitual y las abundantes precipitaciones registradas en febrero han creado un escenario propicio para la proliferación del polen en la atmósfera. Las altas temperaturas prolongadas y la estabilidad climática actual favorecen la permanencia del polen en el ambiente durante más tiempo, lo que exacerba los síntomas alérgicos en la población sensible.

Tras una breve tregua, los alérgicos ya están experimentando los habituales estornudos, picor de ojos, congestión nasal y tos característicos de la temporada de polinización. Aunque las lluvias hayan reducido momentáneamente los niveles de polen, la situación actual, marcada por la estabilidad climática, ha vuelto a elevarlos, según recoge eltiempo.es.

La incidencia de la alergia al polen se espera que aumente notablemente con el aumento de las temperaturas. Las condiciones climáticas, con suavidad térmica y altas precipitaciones, promueven una mayor polinización de plantas y árboles, prolongando así el período de exposición al polen y aumentando la intensidad de los síntomas alérgicos.

Sin embargo, la situación no depende únicamente de las condiciones climáticas. Factores como la lluvia y el viento pueden influir en los niveles de polen en el ambiente. Mientras que las lluvias pueden limpiar el aire de partículas de polen, un chaparrón constante puede favorecer una mayor polinización. Asimismo, el viento puede actuar como transportador de polen, exacerbando los síntomas alérgicos.