La Comisión Territorial de Coordinación, presidida por el delegado territorial de la Junta en Zamora, Fernando Prada, ha centrado su última reunión en el nuevo Plan Especial de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales en Castilla y León (INFOCAL), aprobado el pasado mes de marzo. Este nuevo instrumento regula la planificación, estructura y operatividad ante incendios forestales en la Comunidad, incluyendo criterios de clasificación del riesgo y las distintas épocas de peligro.
Durante la sesión, que reúne a responsables de los servicios territoriales de la Junta y a la directora provincial de Educación, se abordó la necesidad de una coordinación más estrecha entre áreas para mejorar la atención a la ciudadanía, dada la amplitud de competencias autonómicas.
En palabras de Fernando Prada, “el objetivo es coordinar a todos los servicios, tanto en la lucha contra el fuego como en la prevención y gestión de las consecuencias sobre personas, infraestructuras y el entorno social”. Además, valoró la labor del operativo de extinción destacando que “más de dos tercios de los incendios no pasan de ser conatos, gracias al trabajo profesional y experimentado del personal”.
El nuevo INFOCAL introduce el Índice de Gravedad Potencial (IGR) para clasificar los incendios según su magnitud y riesgo asociado:
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IGR-0: incendios de menor magnitud.
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IGR-1: riesgo para personas ajenas al dispositivo o bienes no forestales.
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IGR-2: daños forestales muy importantes y riesgo grave para la población, infraestructuras clave o espacios naturales protegidos.
El plan establece su activación durante todo el año, en fase de preemergencia o emergencia, según el riesgo existente, e incluye tres épocas diferenciadas:
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Época de Peligro Alto (EPA): del 12 de junio al 12 de octubre.
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Época de Peligro Medio (EPM): declarada por resolución en función del clima.
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Época de Peligro Bajo (EPB): fuera de los anteriores periodos, centrada en vigilancia y prevención.
INFOCAL también contempla un análisis del riesgo específico en zonas urbano-forestales, combinando el grado de peligro de incendio con la vulnerabilidad de la población, bienes e infraestructuras. Con este enfoque, se han elaborado mapas de riesgo que permiten una respuesta adaptada a cada zona.
En la provincia de Zamora, un total de 68 municipios han sido catalogados como de riesgo máximo, lo que obliga a la elaboración de un Plan de Actuación de Ámbito Local.