El fin de semana deja un descenso de 31 puntos en la incidencia a 14 días que logra así dejar atrás la cota de los 600 casos para situarse este lunes en los 577 y afrontar con esperanza el descenso al nivel de riesgo alto que ya mantienen cinco de las nueva provincias de Castilla y León. Y es que, pese a la mejoría de los datos, la provincia continúa manteniendo todos sus indicadores de incidencia en nivel de riesgo máximo, siendo los más altos por delante de Valladolid, Salamanca y Soria que comparten la misma situación.
La incidencia continúa siendo muy alta en la última semana con una caída de 70 puntos hasta los 520 casos, mientras que la incidencia entre la población mayor de 65 años se sitúa en los 280 y 199 casos, respectivamente. Todo en una jornada en la que el número reproductivo básico del virus se ha disparado y se sitúa en 1,02, una centésima por debajo de la media regional.
La positividad de las pruebas diagnósticas realizadas empeora dos puntos, de manera que 18,16 de cada centenar de pruebas Covid realizadas en la última semana dan positivo frente a las 16 de la semana pasada.
Si bien los datos que más preocupan en este momento son los relativos a la ocupación Covid en el Complejo Hospitalario de Zamora que ha dado marcha atrás en su progresiva recuperación en la planta de aislados y ha incrementado desde el pasado jueves en más de un 25%. A día de hoy hay un total de 45 pacientes Covid ingresados, 39 de ellos en planta y cinco en UCI, lo que representa 10 más y uno menos con respecto a los datos del viernes.
Con ello la ocupación en planta retrocede 2,3 puntos y abandona el nivel de riesgo medio para teñirse de rojo con una presión del 10,92%, la más alta de la región. Al contrario que las UCI zamoranas, donde la ocupación cae cinco puntos pero se mantiene por encima del 26% en color morado, también el único de toda Castilla y León.
