UPL denuncia el mal estado de las aceras reparadas de Cardenal Cisneros

Adoquinado avenida Cardenal Cisneros
El adoquinado, colocado sin la firmeza requerida, ya está prácticamente igual de  poco transitable que antes de su reparación, la formación exige responsabilidades políticas

Después de haberse procedido a la reparación completa de las aceras a ambos lados de Cardenal Cisneros por parte del ayuntamiento, asumiendo un coste que compete al ministerio, el resultado transcurrido  en breve plazo ya muestra síntomas de que se ha hecho una auténtica chapuza. Al encontrarse en un estado muy similar al que estaba antes de haber procedido a la costosa reposición, denuncia UPL.

 Adoquines levantados en muchos tramos hacían peligroso caminar por la aún conocida autovía haciendo oídos sordos el MITMA como titular mientras no se transfiera oportunamente a la ciudad, eludiendo asumir el coste de su imprescindible reparación. Lo cual en un cuestionable alarde  el actual alcalde valiéndose del rodillo que apoya su gestión, decidió hacerse cargo del arreglo  financiándolo a través los presupuestos municipales, acompañado de la publicidad mediática que suele acompañar a su labor.

Si bien desde el principio se observó que el resultado no era óptimo, con una deficiente realización de los trabajos  presentando registros de las distintas  canalizaciones, de telecomunicaciones, electricidad y agua colocados con distinto nivel con respecto al embaldosado con aristas sobresalientes o hundidas, pasado no excesivo tiempo la cosa está empeorando en gran medida, apreciándose ya alcorques alzados por efecto de las raíces de los árboles y lo que es peor, adoquines levantados cruzando las aceras de lado a lado, lo que evidentemente dificulta el paso y  supone un peligro de tropiezos y caídas  para los transeúntes.

Adoquinado avenida Cardenal Cisneros

La reposición de aceras, informa UPL, no siguió el proceso adecuado para las características de este tipo de vía, con unos resultados que transcurrido breve plazo así  lo ponen en evidencia. Sobre la explanada se asentó una solera de hormigón de escasos centímetros extendiéndose encima  un lecho  de arena y sobre este sin otra sujeción que la de su propio peso, se colocaron los adoquines con un resultado que deja mucho que desear. La escasa consistencia de la capa de hormigón inferior no ha resistido las tensiones trasmitiéndolas a los mantos superiores, con lo cual ahora los adoquines carecen de la estabilidad suficiente para permanecer en su lugar de colocación. Si bien unos se encuentran hundidos en otros las caras laterales sobresalen varios centímetros con respeto a los contiguos, precisando ya una reparación.

Considerando  que  los adoquines solo han soportado las cargas  de caminantes, carece de sentido determinar que cualquier movimiento en las piezas pudiera deberse a  pesos  excesivos, pudiéndose achacar tan solo a la falta de una colocación adecuada y el no emplear técnicas correctas que requieren lugares con abundantes raíces arbóreas. Los vecinos, concluye UPL, han sufrido las molestias lógicas de unas obras que pretendían solucionar el problema, pero que en realidad no lo han hecho, siguiendo con los mismos defectos y además con un considerable gasto irrecuperable.