"El puente de Garrote sobre el arroyo de Valderrey ha presentado desde hace tiempo síntomas de hundimiento y problemas de sujeción en una de sus pilastras. Esta situación crítica obligó a las autoridades a cerrar el acceso por completo, tanto para peatones como para vehículos, en un intento de evitar que las cargas de peso empeoren la condición del viaducto. Sin embargo, a pesar de las medidas de seguridad, como la señalización que impide el paso, no se ha llevado a cabo ninguna reparación efectiva en la estructura.
Han pasado más de seis meses desde el cierre del puente, y lo que inicialmente se pensó que sería una medida temporal se ha convertido en una situación prolongada sin soluciones a la vista." Este retraso ha llevado a UPL a registrar una pregunta formal en el ayuntamiento, exigiendo una respuesta clara sobre cuándo se procederá a la intervención y reparación de la pasarela.
"El cierre del puente de Garrote ha generado un gran perjuicio para los vecinos de Olivares, ya que esta vía es crucial para la conexión directa con la ronda oeste y la carretera de Almaraz. Además, facilita el acceso hacia las aceñas de Gijón. La falta de acceso obliga a los residentes a tomar rutas alternativas más largas, lo que aumenta el tiempo de desplazamiento y causa inconvenientes significativos.
Otra cuestión que agrava la situación es la ubicación de las señalizaciones de corte. Las vallas que impiden el paso están situadas a ambos extremos del puente, lo que significa que las personas que no están familiarizadas con la situación solo descubren la imposibilidad de cruzar al llegar al viaducto, obligándolas a regresar y buscar rutas alternativas."
UPL también ha solicitado al ayuntamiento que, además de reparar el puente de Garrote, aborde el problema del firme en la conexión con la carretera del puente de Los Poetas, que tiende a inundarse durante el invierno. "Una solución integral es necesaria para garantizar la seguridad y la comodidad de los vecinos de Olivares y mejorar la infraestructura vial de la zona."