El tradicional 'botellón en San Martín: ni altercados ni intoxicaciones 'in situ' en una cita con menor asistencia de la habitual
La noche del Viernes Santo es sinónimo de una doble tradición en Zamora. La de alargar el ocio nocturno hasta la salida de la procesión que arranca a las 05:00 am desde el entorno de la iglesia de San Juan, en plena Plaza Mayor.
A menos de medio kilómetros de distancia, la explanada del parque de San Marín se convierte cada año en una quedada para los jóvenes de la capital, una reunión que se celebró el pasado año cuando la normativa imponía el uso de las mascarillas entre los cofrades y que este año se ha saldado con una menor asistencia de la habitual.
Así lo han puesto de manifiesto fuentes internas del Consistorio zamorano atendiendo al parte realizado por la Policía Municipal que no ha informado de ningún incidente acaecido en la zona durante las más de seis horas de fiesta en la calle la Vega. Tampoco han tenido que asistir sanitariamente los voluntarios de Protección Civil ni las ambulancias por casos de intoxicación, por lo que la quedada se ha saldado sin más reseñas que el habitual ruido de música y bullicio durante la noche y la evidente tarea de limpieza que le queda por delante a los operarios municipales.