Un seminarista de Zamora participa en el Jubileo Mundial de los Seminaristas en Roma

Un seminarista zamorano participa en el Jubileo de los seminaristas en Roma
El programa, organizado por la Subcomisión Episcopal para los Seminarios de la Conferencia Episcopal Española, incluyó momentos de encuentro entre los distintos seminarios, como el celebrado en el Colegio Español San José de Roma

Del 21 al 27 de junio, un seminarista de nuestra diócesis ha participado en el Jubileo de los Seminaristas en Roma, una cita de gracia y comunión que ha reunido a jóvenes de todo el mundo llamados al sacerdocio. La experiencia se ha vivido junto con los compañeros del Teologado de Ávila en Salamanca, en el que se forman seminaristas de ocho diócesis, entre ellas la de Zamora.

Han sido días intensos de oración, formación, fraternidad y encuentro con el Santo Padre, que se convirtieron en una auténtica peregrinación espiritual a través de los lugares más emblemáticos de la Ciudad Eterna. Visitaron templos y espacios marcados por la historia de la Iglesia, con el corazón puesto en el gran momento de atravesar la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, signo de conversión y de gracia jubilar.

En ese acto central, los seminaristas españoles estuvieron acompañados por Mons. Jesús Vidal, presidente de la Subcomisión Episcopal para los Seminarios, y por el sacerdote zamorano D. Florentino Pérez, actual director del Secretariado de dicha subcomisión, que también estuvo presente durante toda la peregrinación.

El programa, organizado por la Subcomisión Episcopal para los Seminarios de la Conferencia Episcopal Española, incluyó momentos de encuentro entre los distintos seminarios, como el celebrado en el Colegio Español San José de Roma. Al día siguiente del cruce de la Puerta Santa y del encuentro con el Papa, los seminaristas compartieron una intensa celebración penitencial y una eucaristía en la iglesia nacional española de Santa María de Montserrat de los Españoles.

Este Jubileo ha sido, para nuestro seminarista, un tiempo de peregrinación, comunión, oración y fraternidad, vivido junto a compañeros de toda España y del mundo entero. Durante el encuentro, el papa Francisco exhortó a todos los seminaristas a vivir el tiempo de formación como una amistad profunda con Cristo y como una verdadera maduración humana y espiritual. Invitó a cultivar la vida interior a través de la oración y el discernimiento, a amar con el Corazón de Jesús, a ser pastores compasivos y cercanos a los pobres, y a convertirse en testigos alegres de esperanza, con un corazón profético que haga de su vida un auténtico don de amor para la Iglesia y el mundo.