Una segunda vida a la barandilla del Puente de Piedra en la Peña de Francia

Barandilla del Puente de Piedra en el entorno de la Peña de Francia
La estructura metálica, sin opción a reinstalación en el puente, se ha trasladado a 1,6 kilómetros para perimetrar el entorno de la ermita de la Peña de Francia que en su día ocupaba un antiestético muro

Una segunda vida a la barandilla del Puente de Piedra. Los iniciales trabajos de remodelación sobre el histórico paso del Duero vio cómo la infraestructura se desanclaba de las míticas barandillas que han adornado y dotado de seguridad a la infraestructura. Esas barandillas, que aún hoy adornan buena parte del paseo entre ambos puentes, ya tienen una nueva ubicación tal y como su día adelantó el equipo municipal. 

Y es que la estructura metálica, sin opción a reinstalación en el puente, se ha trasladado a 1,6 kilómetros para perimetrar el entorno de la ermita de la Peña de Francia. Ahora, la barandilla custodia el salto de terreno que en su día ocupaba un antiestético muro y que aún por el momento ocupa una malla de alambre. 

La barandilla aportará seguridad a la zona en una apuesta por recuperar elementos históricos de la ciudad al tiempo que se contribuye a la sostenibilidad y mejora del entorno de Los Tres Árboles. 

El desmontaje a finales de octubre de la barandilla dejó al descubierto varios desprendimientos de sillares en el Puente de Piedra en la que ha sido su primera obra de rehabilitación desde el año 1900. Unos desperfectos que se vincularon a posibles filtraciones de agua derivados de las canalizaciones halladas y que ya han sido debidamente solventadas. 

Barandilla del Puente de Piedra en el entorno de la Peña de Francia