Entre roscas, cencerros y burro, la singular cofradía llena de alegría Zamora por San Antón
La Cofradía del Cencerro ha vuelto a pasear a su burro por la festividad de San Antonio Abad. Con las ristras de roscas a cuestas, las calles de Zamora han vuelto a ser testigo de este curioso paseo con 62 años de historia. Todo ello en un año en el que la Cofradía suma a dos nuevos hermanos, Jorge y Verónica.
Historia tradición, porque las roscas han ido pasando a manos del público y los zamoranos que han presenciado el paso de esta comitiva cuyos orígenes se remontan a 1955, cuando el abuelo de Ángel Centeno reunía a los amigos en su taller de carpintería en torno a una "Chambomba de serrín".
Ataviados con el uniforme de antiguos tratantes de ganado (jubona negra, boina negra y pañuelo blanco en el cuello), no ha faltado el tradicional sonido del cencerro, ni tampoco las roscas de pan que remite a los largos periodos de ayuno a los que se sometía el santo patrón de los animales. Desde que fuese fundada en 1962 por Ángel Centeno esta cofradía ha puesto la nota humorística en las calles de la ciudad como San Torcuato, Santa Clara, Plaza Mayor o San Andrés, con sus habituales paradas en establecimientos hosteleros.
Un paseo con vuelta de retorno al lugar de la pesebrada tras el cual los hermanos de la Peña han puesto el colofón en forma de una cena en el restaurante Gofeers.
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