Relevo generacional en la cafetería León Felipe: una persiana que no se baja en una ciudad que envejece

Cafetería León Felipe
El emblemático negocio continuará abierto gracias a un joven hostelero, que trabajaba en una conocida pizzería de la ciudad

En Zamora, donde el envejecimiento se nota en las calles tanto como en los negocios, cada relevo generacional es casi una pequeña victoria. Esta vez le ha tocado el turno a la cafetería León Felipe, un negocio de "toda la vida", frente al Edificio de Servicios Múltiples, más conocido como "Nuevos Ministerios" que cambia de manos tras la jubilación de sus propietarios.

No hay grandes anuncios ni reformas vistosas. Lo relevante es, simplemente, que no cierra. En una ciudad acostumbrada a despedir comercios y negocios históricos, que un joven apueste por continuar con un establecimiento que forma parte del paisaje diario tiene un valor que va más allá de la hostelería.

El nuevo responsable procede del sector, aunque de otro tipo de local, uno de pizzería, y asume el mando de una cafetería que lleva décadas sirviendo cafés a trabajadores, vecinos y usuarios de los edificios administrativos cercanos. 

En Zamora, mantener viva una barra que podría haberse apagado es casi noticia en sí misma. No por nostalgia, sino porque recuerda que aún hay quien quiere ocupar el hueco que dejan los que se jubilan y seguir sosteniendo la vida cotidiana. La Cafetería León Felipe, al menos, seguirá ahí: mismo lugar, misma persiana, una historia que continúa.