El PP aprueba los Presupuestos de la Diputación y convierte el pleno presupuestario en un duelo con IU
PSOE y Zamora Sí reconocen aspectos positivos en las cuentas, pero se desmarcan con una abstención marcada por las dudas sobre la ejecución real de las inversiones
La oposición no logra sacar adelante ninguna de sus 15 enmiendas en una sesión marcada por el choque continuo entre Víctor de la Parte y la portavoz de IU, Laura Rivera, que se tomó con humor el error de uno de sus compañeros de partido al votar sí a los presupuestos
La Diputación de Zamora aprobó este viernes los Presupuestos de 2026 en un pleno largo —más de tres horas—, previsible en su resultado pero intenso en su desarrollo. El presupuesto más alto de su historia, 103 millones de euros. Las cuentas salieron adelante únicamente con los votos del Partido Popular, mientras que el PSOE y dos de los diputados de IU optaron por la abstención. Un tercer diputado de esta formación votó por error a favor, un desliz que no alteró el desenlace pero sí dejó una anécdota para la crónica.
La sesión de los presupuestos se cerró con la negativa del equipo de gobierno a aceptar cualquiera de las quince enmiendas presentadas por la oposición. Previamente, se asistió a un debate que, más allá de los argumentos económicos, giró durante buena parte del tiempo en torno al cruce de acusaciones entre el vicepresidente y diputado de Cultura, Víctor de la Parte, y la portavoz de Izquierda Unida, Laura Rivera.
Rivera denunció que las cuentas son “ficticias”, que se sostienen sobre remanentes y que proyectan “el mayor presupuesto de la historia de la Diputación mientras la provincia sigue perdiendo población, lidera los índices de pobreza y se mantiene a la cola en salarios”. Tachó de “rácanos” los planes provinciales y reclamó una reflexión profunda sobre la utilidad real de unas cuentas que, en su opinión, no responden a los desafíos de Zamora.
De la Parte respondió con contundencia. Acusó a Rivera de “hacer un papelón”, de mantener un doble discurso "cuando cambia de calle", es decir, del Ayuntamiento a la Diputación, y de practicar una “política rastrera” basada en “quejarse de todo”. Defendió las cuentas por su “gran capacidad inversora”, su refuerzo de los servicios públicos y su apuesta por infraestructuras que —sostuvo— “mejoran la vida de los vecinos”. También reivindicó las inversiones previstas en la capital, desde el Palacio de la Diputación al Colegio Universitario, y afeó a IU que quiera reducir partidas clave o poner en cuestión acuerdos como el alcanzado con la Concejalía de Turismo para abrir una oficina de turismo conjunta.
El PSOE, aunque se abstuvo, también dejó su crítica. Su grupo lamentó que la Diputación apenas ejecute el 50% de lo presupuestado y advirtió de que unas cuentas que no se materializan en proyectos pueden quedarse “en papel mojado”, sin convertirse en un motor real para el desarrollo provincial. No cuestionaron el contenido tanto como la falta de planificación. El representante de Zamora Si, Eloy Tomé, sí elogió las cuentas para 2026 obviamente porque considero que son buenas para la provincia aunque matizó que la ejecución de las inversiones aún es baja.
En una segunda intervención que elevó el tono de la sesión, Rivera ironizó con que algunos miembros del PP “vienen al pleno a hacer psicoanálisis”, mientras que a ella solo “le toca quejarse”, según le reprochan los populares. El intercambio de reproches derivó incluso en alusiones al Ayuntamiento de Zamora, al que De la Parte acusó de mala gestión, y en reproches sobre la Oficina de Turismo o la partida para arreglos en el Colegio Universitario, donde estudian 4.500 alumnos.
Tras el debate presupuestario y la votación de la RPT, el presidente de la Diputación, Javier Faúndez, quiso responder a varias de las críticas y también centró buena parte de su réplica en la portavoz de IU. Sobre la ayuda a los agricultores, que Rivera consideró insuficiente, Faúndez recordó que la Junta concede ya 5.500 euros por explotación y que la aportación provincial “compensa lo que no cubre la administración autonómica”. En cuanto a la rehabilitación de viviendas rurales, aclaró que la partida no se reduce sino que se financia a medias entre Junta y Diputación con 300.000 euros cada una, a la espera de un plan piloto conjunto de un millón.
El presidente también sacó pecho de los 122 millones que la Junta destina al comercio de proximidad y reprochó a Rivera desconocer el funcionamiento de servicios como el transporte a la demanda, además de recordar que en la Mancomunidad de Interés General, el Ayuntamiento de Zamora ni siquiera ha actualizado a su representante, el exconcejal de Medio Ambiente, fuera ya del Consistorio, un "olvido" que, en su opinión, "demuestra" el interés de IU por los pueblos. En un momento del debate llegó a llamar la atención al público, entre ellos el concejal de obras Pablo Novo, por determinados gestos, y pidió a Rivera que respetara el turno de palabra después de que ella se molestara por alusiones personales no vinculadas al ámbito político.
Faúndez cerró su intervención con una metáfora: “La Diputación es como el 112; todo el mundo llama para solucionar sus problemas y nuestro compromiso es firme”. Negó que los presupuestos sean “ficticios” —“yo no hago sudokus”, remató— y defendió que, por su magnitud y alcance, el de 2026 es “el mayor y mejor presupuesto de la historia de la institución”, fruto, aseguró, de una planificación rigurosa, unas cifras que "no nos avergüenzan sino al contrario nos hacen sentirnos orgullosos".