La post-procesión de cierre de Semana Santa se vive bajo el sol y la lluvia

Al sol o bajo la lluvia, la música de charanga resuena con fuerza en el centro de una Zamora a la que la Semana Santa del 2024 le ha sabido a muy poco. En una nueva jornada de tiempo desapacible y tras la suspensión de la Cofradía de la Santísima Resurrección, los chubasqueros y paraguas se han convertido en los mejores aliados para un público que ha acudido fiel a la cita con la Banda de Música de Zamora. 

Una veintena de músicos han subido la cuesta de Balborraz para cumplir con una tradición más que asentada en los últimos 15 años y que concentra en la Plaza Mayor a los zamoranos y visitantes que apuran los últimos momentos de estos días de fiesta. El agua ha ahuyentado a muchos a la hora de acercarse, si bien jóvenes y familias han completo no han querido perderse el momento que supone el pistoletazo de salida al calendario de romerías. 

Sin el encuentro de madre e hijo, la Plaza ha vivido su particular Resurrección de manos de una banda siempre dispuesta a amenizar al margen del estado del cielo.