Oksana, directora de "Aures cantibus": «Ucrania ha despertado tanto interés que, incluso sin Eurovisión, va a ser un destino turístico muy solicitado»

Residente en Zamora desde hace más de 15 años, esta ucraniana ha corroborado el papel vital del televoto para impulsar a un tema muy trabajado, pero que no hubiera ganado
El grupo musical ucraniano "Kalush Orchestra", ganador de la 66 edición de Eurovisión
photo_camera El grupo musical ucraniano "Kalush Orchestra", ganador de la 66 edición de Eurovisión

"Lo de ser anfitriones el año que viene lo veo bastante complicado si no imposible". Es el pensamiento predominante dentro y fuera de Ucrania tras la victoria del país en el último festival de Eurovisión, un triunfo impulsado a última hora por el televoto pero que era más que previsible a tener de la situación que está viviendo tras casi tres meses de una guerra desatada por Rusia pero que no termina de declararla oficialmente y que deja tras de si un reguero de fallecidos y aún más de refugiados inédito desde la Segunda Guerra Mundial. 

El tema "Stefania" se ha convertido en la imagen de un país que sufre por los suyos, reza por los suyos. Canta por los suyos. Un tema que muestra la riqueza cultural de una tierra que sigue resistiendo y demostrando que su fuerza vale más a la superioridad en número de Moscú, a sus bombas y ataques indiscriminados. Ante el horror de una guerra que nadie entiende, la madre del líder de la banda Kalush Orchestra se ha convertido en todo un símbolo de la resistencia y del carácter ucraniano, siempre dispuesto a ayudar. 

La directora de la coral zamorana "Aures Cantibus" desvela el secreto de la canción que ha conquistado al público de Eurovisión, con una puesta en escena que exhibía los trajes y prendas tradicionales combinado con imágenes de su videoclip en el que la propia "Stefania" recorre escenarios devastados como Bucha con una niña en brazos que busca desesperadamente a su madre. Solidaridad en tiempos de guerra. El potente mensaje caló incluso antes de la publicación de su videoclip, realizado justo un día después de su triunfo en la gran final. 

El líder de la banda ucraniana, Oleh Psiuk, junto a su madre, "Stefania"
El líder de la banda ucraniana, Oleh Psiuk, junto a su madre, "Stefania"

"La canción está hecha muy con esta mezcla de estilos, la melodía de estribillo es bastante pegadiza, la puesta en escena está bien hecha también. Es un buen producto, aunque si no fuera por la solidaridad del público a lo mejor entraría en las cinco primeras y no ganaría", considera Oksana Kharina. Ucraniana de nacimiento, lleva más de 15 años residiendo en Zamora, donde sus manos se han convertido en una constante al dirigir a la coral "Aures Cantibus". 

El debate entre espectáculo y política siempre ha estado ahí, si bien este año su justificación parece haber calado en toda Europa: "A mi personalmente no me gusta que Eurovisión se haya convertido en un evento "politizado", pero teniendo en cuenta la situación que se está viviendo es comprensible que el mundo entero quiera mostrar su solidaridad con el pueblo que está sufriendo una guerra absurda, injusta y cruel".

La emoción sin embargo ha durado unas horas, las justas para dejar a un lado el horror que continúa resonando en ciudades por todo el país con el sonido de las bombas y cuya destrucción se pone en evidencia con la salida de los primeros rayos de sol. Oksana no puede evitar pensar en una contienda favorable para su país, pese a que pocos se aventuran a poner fecha al esperado desenlace. Mucho menos al tiempo que le llevará al país reponerse, reconstruirse: "Ojalá la guerra termine pronto con la victoria para Ucrania. En las noticias  he oído que en vez de Ucrania Eurovisión se puede celebrar en un otro país".

Minutos de silencio por Ucrania en Zamora. okhsana, en el centro de la imagen, sosteniendo una de las banderas junto a su marido
Minutos de silencio por Ucrania en Zamora. okhsana, en el centro de la imagen, sosteniendo una de las banderas junto a su marido

España resuena con fuerza, si bien el turismo que atrae un evento de tal magnitud fue una de las premisas que impulso a la audiencia a votar masivamente por Ucrania. La realidad es que el escenario incierto dificulta y mucho que cualquier ciudad del país pueda acoger la gala. Una decisión que entristece y mucho a los ganadores, si bien su prioridad ahora mismo es poner fin a la devastación emprendida por Vladimir Putin. 

Pese a todo, Ucrania resurgirá. Con o sin Eurovisión. Ya lo dice Okhsana, una de nuestras voces en todos los sentidos, también una de las voces que resalta la magnitud de esta guerra a más de 3.000 kilómetros de distancia: "Ucrania ha despertado tanto interés que, incluso sin Eurovisión, va a estar un destino turístico muy solicitado".

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