La ciudad de Zamora está siendo testigo este lunes de un momento histórico con el traslado del emblemático crucero de las Tres Cruces, en el marco de las obras de humanización que transformarán varias de sus principales arterias urbanas. El monumento será reubicado unos metros desde su emplazamiento actual para ocupar el centro de la futura rotonda que regulará el tráfico entre las avenidas Cardenal Cisneros, Tres Cruces y la calle Federico Cantero Villamil.
Este traslado supone la tercera vez en la historia que el humilladero cambia de ubicación. Erigido originalmente en el siglo XVI, fuera de los muros de la ciudad y cerca de la antigua Puerta de San Torcuato, el monumento ha sido reubicado y remodelado a lo largo de los siglos, siendo su último gran traslado en 1944, cuando el arquitecto Enrique Crespo Álvarez le otorgó su configuración actual.
Las obras de humanización, que abarcan más de siete kilómetros de vías urbanas y cuentan con un presupuesto cercano a los 20 millones de euros, tienen como objetivo mejorar la movilidad, la seguridad vial y la calidad urbana. El crucero, símbolo patrimonial e icono espiritual de la ciudad, pasará a formar parte de un nuevo entorno más accesible y armonizado con las necesidades actuales.
Aunque no hay una fecha exacta para la finalización de la nueva rotonda, el Ayuntamiento prevé que las obras concluyan antes del 31 de diciembre de 2025.

