Las mellizas del "Bar Benito": dos hermanas al frente de un clásico zamorano

Mellizas del Bar Benito _3
Lidia y Carmen Muñoz Miranda, de 36 años, reabren este martes el histórico local de la plaza de la Marina con la ilusión de dos mujeres que han hecho de la hostelería su proyecto de vida

El Bar Benito vuelve a abrir sus puertas. Este martes arranca una nueva etapa para este clásico de la hostelería zamorana, situado en plena plaza de la Marina. Al frente estarán dos mujeres jóvenes, mellizas y con una larga trayectoria en el sector: Lidia y Carmen Muñoz Miranda, de 36 años, que afrontan con ilusión el reto de mantener vivo un local emblemático tras la marcha del anterior propietario y de demostrar que aún hay espacio para emprender en la hostelería desde la vocación.

“Es un oficio que nos gusta, aunque sabemos lo sacrificado que es”, confiesan. Su experiencia se ha forjado a base de años detrás de la barra y entre mesas, en Paradores, NH y distintos bares de Zamora, donde aprendieron el oficio desde abajo. Ahora, con una plantilla de seis personas, toman el testigo del anterior propietario, que decidió abandonar la hostelería, y convierten en realidad su proyecto de futuro antes de lo previsto.

No habrá grandes revoluciones: se mantiene el cocinero, las tapas y el espíritu de siempre. Pero sí una novedad que muchos clientes esperaban: la terraza funcionará a pleno rendimiento, después de años en los que solo se atendía en horarios limitados por falta de personal. “Queremos que la gente vuelva a sentir el Benito como un punto de encuentro, con el mismo trato cercano de siempre”, aseguran.

Las hermanas son conscientes de las dificultades que atraviesa el sector. “La hostelería está muy poco valorada, y en parte la culpa también ha sido de algunos empresarios, que han abusado mucho pagando sueldos pequeños y exprimiendo a la gente”, reconoce Carmen con franqueza. Ellas, en cambio, apuestan por un modelo diferente: cuidar al equipo y recuperar la esencia de un bar de toda la vida, con el toque de energía y renovación que aporta una nueva generación.

En tiempos en los que muchos bajan la persiana, Lidia y Carmen deciden subirla. Y lo hacen con la convicción de que la hostelería, pese a todo, sigue siendo un oficio de alma, de gente y de historias compartidas en torno a una barra.

 Bar Benito