Mas de 200 casos entre ayer y hoy, la estadística y la curva asciende, el trabajo de los rastreadores crucial
Los datos cantan son ya más 2.262 afectados por el COVID-19 en la provincia y más 1.885 casos confirmados por PCR.
El trabajo de los rastreadores está siendo más que importante y las oleadas de test cruciales para que estos datos que antes en meses de marzo y abril no se conocían ya que los Test brillaban por su ausencia. A Zamora aún no le han tocado rastreadores del ejército los 120 que llegaron a CyL los utilizan tanto Salamanca como Valladolid, mientras que Zamora mantiene los 31 que según la Consejera son más que suficientes.
La llegada del curso escolar y el mayor movimiento en el verano hacen que estos meses Zamora esté recogiendo las consecuencias de un turismo interior que ha llenado las localidades pero también ha ayudado a los contagios y a los brotes que ahora asolan la provincia. Todas las zonas crecen y las oleadas de PCR´s realizadas tanto en Sanabria, como en Sayago o en tierra de Campos Lampreana llevan a una curva con ascenso vertiginoso en el que más de 200 personas en menos de 48 horas han tenido una mala noticia que les obliga a quedarse en sus casas cumpliendo una cuarentena de 14 días y avisando a los rastreadores de cuales han sido estos contactos que han podido tener.
Un contagiado puede contagiar a más de 25 personas en un solo día de ahí que estos datos sean exponenciales y que la tónica siga siendo ascendente. Los servicios de atención primaria están empezando a dar los primeros avisos en la provincia ya que se ven desbordados por los casos y los equipos COVID avisan de un crecimiento no sostenible sino que avanza a pasos agigantados y que cobran una tensión hospitalaria que se verá en breve ya que estamos teniendo ahora los resultados de hace entre 10 y 14 días, momentos de muchos contagios y muchas vueltas al trabajo tras las vacaciones.
Zamora se mantiene en color naranja cuando sus ZBS de salud están pidiendo más test y más profesionales sobre todo en las localidades de la provincia que tiene en sus zonas residencias donde ha entrado el virus como un elefante en una cacharrería y está dando verdaderos quebraderos de cabeza a los sanitarios que siguen estando en primera línea.