La lucha en Zamora contra las pintadas: más de un millar eliminadas de espacios públicos y privados

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Los zamoranos pueden solicitar que se eliminen pintadas sobre su fachada a través de un formulario

La ciudad se ve invadida con centenares de pintadas anónimas y de dudoso gusto que afean parques, calles, monumentos y edificios emblemáticos y cuestan a las arcas públicas miles de euros anuales para su limpieza y eliminación, además de ofrecer una lamentable imagen de suciedad y abandono a los turistas que la visitan.

El Ayuntamiento de Zamora ha eliminado ya cerca del millar de pintadas con una especial atención al casco antiguo, tal y como ha apuntado Pablo Novo, concejal de Infraestructuras Urbanas. Quieren deshacerse de esta cara amarga que a veces muestra la ciudad, “tanto en espacios municipales como privados, eso sí, bajo solicitud”.

Un servicio al que pueden acceder a través de la sede electrónica o de las dos oficinas de registro que tiene el Ayuntamiento: en la Casa Consistorial y en las oficinas de Santa Ana. Un formulario que permite a los propietarios autorizar al consistorio a actuar sobre su fachada. 

Pintadas en lugares que afectan considerablemente a la imagen de la ciudad. Y empañan la imagen de Zamora. Las multas por pintar en lugares públicos pueden oscilar de 300 a 6.000 euros, pero en el riesgo parece que está el juego. Sentencias de varios jueces que obligan a reponer y a limpiar el daño causado están dando la vuelta a esta tendencia a dejar en las paredes pintadas con dudoso gusto en la factura.

La oleada de grafitis no cesa en la ciudad. Algo que no es nuevo, sino que viene denunciándose durante años. De hecho, cada mobiliario urbano que se instala, rápidamente aparece con pintadas. No hay quién pare a estos artistas callejeros. Un ejemplo son los distintos pipican de la ciudad, foco de los actos vandálicos y sobre los que rápidamente se trabaja para evitar dar una mala imagen.