El día de hoy será en el que se reúnan los 31 miembros del Supremo para dirimir que es lo que ocurre con el fiasco del impuesto de las hipotecas, los bancos, la bolsa y los clientes afectados confían en una solución satisfactoria que no dará gusto a todos y creará polémica y movimiento bursátil.
El ya conocido histórico pleito por el AJD (Impuesto de Actos Jurídicos Documentados) en los préstamos hipotecarios se podría sresumir en la acción reacción que suponen decisiones como la de que: el Tribunal Supremo emite una sentencia, esa sentencia castiga durísimamente a los bancos en los parqués debido a que son ellos y debieran haberlo sido desde el inicio de los tiempos los que pagaran los AJD, y el mismo Alto Tribunal decide poner el fallo 'a remojar', a la espera de que los mercados se enfríen y hoy posiblemente se vuelva a calentar si es que al final le dan la razón a los bancos que tendrían que asumir devoluciones de miles de millones de euros a los afectados como ha pasado tanto en las cláususlas suelo como en otras muchas sentencias más que explicables y razonables en este país.
La conflictividad social es la de esperar y el 5 de noviembre ha llegado hoy es cuando el TS se ha comprometido a emitir la sentencia definitiva, es una verdadera olla a presión que saltará esperemos no del lado más débil el consumidor, ese que defienden las asociaciones y que comentan que si el fallo es a favor de los bancos, la justicia será un poder de los que se compran y se venden por la usura bancaria.
Por el momento, los grandes bancos siguen en actitud desafiante. Las entidades financieras más importantes de nuestro país no han hecho provisiones para protegerse de los gastos que acarrearía un fallo adverso, y apelarán a lo de siempre, pero siempre hay beneficios en las entidades y el gobierno posiblemente negociará el supuesto impuesto que va a poner sobre los bancos contra esta sentencia que si es a favor de las entidades bancarias será un auténtico escándalo.
Todos los implicados piden al Supremo una postura 'clara' y 'nítida', y el aspecto de la retroactividad es crucial. Si se consigue y es de 4 años atrás, más de 4.000 millones de euros calculan muchas asociaciones que se tendrían que devolver a los afectados. La banca seguro que tiembla con esa opción pero seguro que el estado les volverá a dar cancha. Un quebradero para unos y una fiesta para otros miles de españoles que por una vez verían como algo lógico se volvería a la senda de la razón, y está claro que el Supremo no se podrá desdecir ni cuestionar una sentencia como la ya emitida.
La cantidad que las entidades financieras tendrían que desembolsar a los clientes en caso de retroactividad parcial, oséa en cuatro años, desde el mes de octubre de 2014 sería de esos 4.000 millones de euros y esa seía la solución, por práctica, más probable, y más razonable según la mayoría de analistas. Aunque también podría valer la solución de no marcar la retroactividad una opción a todas vistas improbable.
Y la última de las opciones y que llevaría a un grave problema de confianza en la justicia que serías por último, que el Tribunal Supremo fallara que el AJD tiene que pagarlo el cliente, cayendo entonces en una grave contradicción que tendrían en cuenta las asociaciones de consumidores y españoles afectados que posiblemente se echarían a la calle ante un nuevo escándalo bancario y judicial sin precedentes.
La gran batalla hipotecaria nacional podría tener las horas contadas y los mercados hoy estarán expectantes seguro.