La Zamora Comarcal a los ojos de Francisco Iglesias Carreño

La actual situación integral de la provincia leonesa de Zamora, está asida, en la acción vivencial diaria de cada uno de sus municipios, a su muy grave postración general en todos los órdenes de la vida diaria., que afecta, con una escala de variabilidad y de percepción, a todos y cada uno de los zamoranos.

Tal es así que hasta los grupos políticos de opciones centralizadoras, ligados al turnísmo del bi-rrepartidismo político del Gobierno del Reino de España [ implantado vía sistema electoral proporcional del método Dhon], han dado ya, en el tiempo pasado, algunas directrices y/o medidas tendentes a suavizar el lacerante declive que acontece , municipio a municipio, en toda la geografía zamorana.
El llegar al punto actual de la provincia leonesa de Zamora, constituye y es un altísimo demerito que, en buena y racional lógica, debemos suponer ha obedecido a las gestiones aciagas que se han llevado a término hasta ahora, que han impedido realizar, { sea tanto por acción como por omisión, por quienes, ya como individuos o ya como grupos (en su triple no, del: no han procurado, no han sabido o no les han dejado hacer)}, otras más óptimas y beneficiosas para dinamizar la vida cotidiana de los ciudadanos españoles (de gentilicio regional leonés y provincial zamorano) que residen en nuestra provincia.
De la provincia leonesa de Zamora se marcha, a la vista de todos está, casi todo, por no decir todo y de todo, y ello nos sitúa ante la extrema gravedad de la realidad actual, tanto ante propios como ante foráneos y lo hacemos con gran pesar, pues anidamos la sospecha que, en el mantenimiento y persistencia del ambiente actual, aún seguirán marchándose muchas más cosas, las ya escasas cosas que han resistido el embate de los pasados, y a veces no muy lejanos, momentos claves y decisorios.
Viene ahora, cuando la vista del galopante declive es más que ostensible y además, y a mayores, es percibida en toda la sociedad provincial zamorana, ¡y fuera de esta!, el tratar de aminorar, si ello aún fuera posible y se encontrara viabilidad para ello, un pronosticado vectorial cataclismo (de amplia repercusión social) con desplome general en toda la provincia, con las acciones paliativas que se puedan y dejen instrumentarse para tal y tan concreta finalidad.
Nada es fácil de emprender, aun visto desde fuera, para lo que ahora tenemos aquí y menos, como ocurriría en cualquier parte, ante situaciones apremiantes, pero aún lo podríamos tildar como que es peor, cual es el caso de la provincia leonesa de Zamora, cuando el entorno circundante está aquejado de, por una lado, propender hacia las carencias que ahora nos son aquí propias (véanse los indicadores socioeconómicos de las provincias leonesas de Salamanca y León) y, por otra parte, estar adobado, en su fronteriza proximidad, con un efecto sumidero fagocitador y adsorbente (véanse los indicadores socioeconómicos de las provincia castellana de Valladolid).
Dar por perdida ya, a todos los efectos, la provincia leonesa de Zamora, supondría declinar de todas aquellas motivaciones que ha compendiado nuestra vital existencia, desarrollado nuestras emociones y afectos y proyectado nuestras querencias, a la vez que se prodigaban nuestras familiares interacciones, los sociales encuentros y el crecimiento asumido de nuestras identitarias y antropológicas raíces.
Pero ello, ¡todo ello!, no es óbice, ni cortapisa o valladar que nos impida ver lo de ahora y menos aún para poder palpar la realidad actual a la que, digámoslo con meridiana claridad, hemos sido conducidos, con una intención, digamos que explicita, que viene de lejos (véanse las series secuenciales de las tablas demográficas) todos y cada uno de los zamoranos, en todas y cada una de las familias zamoranas de todos y cada uno de nuestros municipios.
El tiempo que ha de venir al provincia leonesa de Zamora, es un tiempo, en nuestra opinión, muy importante, ya que en él, entre menos ciudadanos zamoranos que aun quedamos aquí, tendremos que hacer más, ¡mucho más!, si es que, eso del aquí, queremos de forma real y verídica que continúe. Por lo que nos atañe: que así sea y que podamos hacerlo.
VALORIO 25-11-2019