La Junta destina tres millones de euros a la formación tecnológica de trabajadores en Zamora

Trabajadora myor de 50 años
Las ayudas, abiertas a empresas de todos los sectores, priorizarán competencias digitales y avanzadas como la inteligencia artificial, la industria 4.0 y la sostenibilidad

La Junta de Castilla y León ha lanzado un ambicioso programa de ayudas destinado a mejorar la formación de los trabajadores en el seno de las empresas de la Comunidad. Con un presupuesto inicial de tres millones de euros, esta nueva convocatoria, publicada hoy en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), busca adaptar las competencias de los empleados a las crecientes necesidades tecnológicas y productivas del mercado.

Este programa, gestionado por la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, tiene como objetivo fortalecer la cualificación profesional de los trabajadores ocupados, con especial énfasis en sectores que requieren una adaptación continua debido a los rápidos avances tecnológicos. Las ayudas están disponibles para empresas de todos los sectores que desarrollen proyectos con efecto incentivador, ampliando el alcance del conocido programa FORTRA, que hasta ahora estaba dirigido exclusivamente a industrias estratégicas como la automoción y el sector agroalimentario.

Entre las áreas formativas prioritarias se encuentran competencias digitales, el uso de herramientas tecnológicas, inteligencia artificial, electromovilidad, tecnologías vinculadas a la industria 4.0, automatización, economía circular, sostenibilidad, idiomas, ciberseguridad, y procesamiento de datos. De esta manera, el Gobierno autonómico busca que los trabajadores de la región puedan mantenerse a la vanguardia de los cambios en los procesos productivos.

El sistema de subvenciones está estructurado en función del tamaño de las empresas solicitantes: las pequeñas podrán recibir hasta el 70 % del coste del proyecto formativo, mientras que las medianas empresas podrán cubrir hasta el 60 %, y las grandes, el 50 %. Las ayudas se otorgarán mediante un régimen de concurrencia no competitiva, donde las solicitudes se atenderán por orden de llegada.

Las empresas interesadas podrán presentar sus solicitudes hasta el 31 de mayo de 2025, con posibilidad de realizar las acciones formativas hasta finales de agosto de ese mismo año. Según las previsiones, si el éxito de la convocatoria lo requiere, el presupuesto podría duplicarse, brindando así una mayor cobertura a los proyectos formativos en toda la región.