Jóvenes de Zamora reciben la invitación del Papa a aspirar a la santidad en Roma

experiencia inolvidable para medio centenar de jóvenes zamoranos
La peregrinación tuvo también un momento muy significativo en Lourdes, donde el grupo hizo una parada de dos días a su regreso

Un grupo de 54 jóvenes del Área de Juventud de la Diócesis de Zamora ha regresado recientemente de una intensa y emocionante peregrinación a Roma con motivo del Jubileo de Jóvenes, una experiencia marcada por la fe, la fraternidad y el encuentro eclesial.

La primera parada de la peregrinación fue en Zaragoza, donde los participantes celebraron la Eucaristía en la Basílica del Pilar, poniendo el camino bajo la protección de la Virgen. Desde allí, continuaron hasta Barcelona para disfrutar de una jornada en la ciudad.

Durante su estancia en la Ciudad Eterna, los jóvenes zamoranos participaron en varias actividades, una de las que más han destacado es el encuentro con las Misioneras de la Caridad, como destaca María Carrascal “Me ha ayudado mucho poder compartir un rato con las sisters y conocer como entregan su vida por el Señor” o como destaca Teresa Rayess, “Me ha ayudado mucho la adoración con las Misioneras porque fue como un momento de paz cara a cara con el Señor entre todo el ruido y la multitud de Roma”.

Han tenido ocasión de cruzar la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, momento vivido con emoción como destaca Teresa Cabado, “Con lágrimas de emoción, crucé la Puerta Santa. Fue un momento muy especial que me ayudó a hacer silencio, a prepararme para el encuentro con el Papa y a reconocer, en medio de todo, la ternura de Dios. Un instante de paz en el que mi corazón se abrió al amor, a la gratitud y a su presencia incondicional“. También han participado en los actos centrales del Jubileo, incluyendo el Encuentro de Españoles en la Plaza de San Pedro y, de manera especial, la vigilia y la Misa presididas por el Papa León. Como destaca Manuel Torzanzo “el momento que más me ha gustado ha sido la vigilia, ver como tantos jóvenes estábamos en silencio por y para Él”. En Tor Vergata resonaron con fuerza las palabras del Santo Padre, una de las que destacaron nuestros jóvenes fueron: “Aspiren a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen con menos”, una invitación a vivir la fe con valentía y alegría.

La peregrinación tuvo también un momento muy significativo en Lourdes, donde el grupo hizo una parada de dos días a su regreso. Allí, pusieron en manos de la Virgen María todas las experiencias vividas y las intenciones recogidas durante el viaje.

Un camino de fe que, sin duda, ha dejado huella en cada uno de los jóvenes, volviendo con el corazón lleno y animados a vivir con esperanza en su Iglesia de Zamora.