La huelga de repartidores y la subida del butano complican el suministro en Zamora
El conflicto en el sector de distribución de bombonas de butano sigue sin resolverse, y los zamoranos, como muchos españoles, podrían enfrentar mayores dificultades para acceder a este recurso esencial. La huelga, iniciada el pasado 5 de noviembre y repetida el día 13, no encuentra solución debido a la falta de avances en las negociaciones con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ante esta situación, los distribuidores y repartidores de butano han anunciado nuevas suspensiones temporales del servicio para este jueves, 18 de noviembre, en protesta por las condiciones económicas que enfrentan.
La retribución del sector lleva años congelada, mientras los costes operativos no dejan de aumentar, según denuncian las distribuidoras. A esta problemática se suma un nuevo aumento del precio de la bombona de butano de 12,5 kilogramos, que entrará en vigor mañana. Este incremento, estimado entre los 14,57 y los 16,10 euros, respetará el límite de variación del 5 % impuesto por normativa, pero impactará especialmente en los consumidores que dependen de este combustible para calefacción y cocina durante los meses de invierno.
En Zamora, donde las bombonas de butano aún representan cerca de la mitad del mercado del gas, el impacto de la huelga se deja sentir con fuerza. El frío invernal y la alta demanda acentúan la dependencia de este suministro, lo que genera preocupación entre los hogares que lo utilizan como principal fuente de energía.
Desde la Federación Española de Distribuidores de Gas Licuado del Petróleo (FEDGLP), se insiste en la necesidad de que el Ministerio convoque de inmediato una mesa de diálogo para abordar las demandas del sector. Advierten que, de no atenderse su petición, las suspensiones del servicio podrían extenderse a las próximas semanas, agravando una situación que compromete el acceso a un suministro clave para millones de familias.